Cornada en la axila para Calerito y vuelta tras petición para Rafael González
La novillada de Villamarta que abrió este viernes el ciclo septembrino en la Maestranza apenas dio opciones a una terna que completó Antonio Grande
Sevilla
La novillada de triunfadores que ha abierto este viernes en la plaza de toros de la Real Maestranza de Caballería de Sevilla la Feria de San Miguel ha tenido la cara y la cruz de la fiesta: la primera, con la actuación del madrileño Rafael González ante el cuarto de la tarde, trasteo para el que hubo petición de oreja que no atendió el presidente quedando el premio en una vuelta al ruedo; la segunda, con la cornada que el sevillano Juan Pedro García 'Calerito' sufrió en la axila izquierda en las postrimerías de su faena al quinto, un novillo complicado que siempre embistió con la cara por las nubes. Por lo demás, el encierro de Villamarta apenas dio opciones a una terna que completó el salmantino Antonio Grande.
- FICHA DEL FESTEJO
Manso y huidizo de salida fue el novillo que abrió plaza, que solo permitió un voluntarioso intento de quite de Calerito. Pese a todo, Rafael González lo brindó al respetable y, con las dos rodillas en tierra, intentó amarrarlo en su muleta, pero el de Villamarta siempre se mostró remiso a embestir. Una estocada traserilla puso rúbrica a esta su primera actuación. El cuarto fue el novillo más potable de la tarde por su nobleza y humillada embestida, con el único pero de la justeza de motor. Ya de inició lo aprovechó González echándose el capote a la espalda y rematando con ceñidísima revolera. Después, con la muleta, las primeras series fueron de mano baja y temple, aunque breve en previsión de que el animal iba a durar lo justo. Así fue y el madrileño optó por pisar las cercanías de su oponente antes de despacharlo de una estocada desprendida. El usía no atendió la petición de oreja y el premio -sobre estas líneas- quedó en una vuelta al ruedo.
Calerito pechó con un lote complicado. A su primero, el ejemplar más basto de la tarde, al que remataría de pinchazo y estocada atravesada, quiso lancearlo de salida pese a la descompuesta embestida del animal que no humilló casi nunca. También hubo brindis popular y, en la faena de muleta, solo una serie notable por el pitón derecho ante un novillo protestón. Más si cabe lo fue el quinto, al que recibió a portagayola, lanceó a la verónica su rebrincada embestida y remató con una larga cambiada de rodillas. Con la muleta, empezó en los medios, pero enseguida el novillo comenzó a embestir por encima del palillo y a sacar la cara por las nubes. Aún así, se empeñó Calerito en pasarlo al natural y contrario al hilo de las tablas y en una de esas, ya en las postrimerías de la faena, sobrevino el percance. No lo tuvo fácil Rafael González para finiquitar al cornúpeta.
El principal problema del tercer novillo de la tarde, primero del lote de Antonio Grande, fue la falta de fuerzas hasta el punto de perder las manos en el que se dibujaba como el mejor lance a la verónica y hacer lo propio en el quite. También lo brindó el salmantino al respetable y apuntó buen trazo y temple en las primeras series, pero el animal fue a menos por la vía rápida y al patio de arrastre después de la mejor estocada de la tarde. El sexto pesó como una losa, entre otras cosas porque a esa hora Calerito estaba en la enfermería de la plaza. Suelto de salida y sin romper para adelante, este novillo -en la imagen superior- sí llegó a la muleta con cierta movilidad pero justo de transmisión, desluciendo la cosa cuando al final de muletazo sacaba la cara del engaño. Se agradeció la estocada baja tras el pinchazo previo.