Las leyendas de la Almudena
Uno de los sucesos inexplicables más importantes de la historia de Madrid es el que tuvo como protagonista, a partir de 1998, a un anticuario de la calle Marqués de Monasterio conocido como El Baúl del Monje. Lo que allí ocurrió fue estudiado por diversos expertos e incluso por uno de los fundadores de la Policía Científica española
El local
El Baúl del Monje estaba en un local que arrastraba su propia historia de dolor, ya que años antes había fallecido por intoxicación de humo un hombre. Era un abogado cuya habitación se incendió por culpa de un cigarrillo que prendió el colchón de su cama. Cuando los nuevos propietarios montaron su negocio de antigüedades, le pusieron ese nombre por un viejo arcón que tenían en la zona de restauraciones.
Fenómenos extraños
En 1998 comenzaron los fenómenos extraños: llaves que se salían de sus cerraduras, vasos que estallaban, golpes sin aparente causa, movimientos de objetos y cambios de posición, bombillas que se salían del casquillo, grifos que se abrían solos… Incluso algunos pequeños objetos llegaron a ser “lanzados” por los aires. También se producían los llamados “aportes”: se materializaron diversos elementos, como monedas, ceniza, cristales… Y había una talla de Cristo que se cambiaba de lugar. Todo ello sin que se pudiera determinar la causa.
El Grupo Hepta
El dueño de El Baúl del Monje decidió recurrir a un famoso grupo de expertos en fenómenos paranormales: el Grupo Hepta, fundado en su día por el padre Pilón. Estos investigadores entraron en escena a principios de 1999, presenciaron algunos de los sucesos e incluso grabaron un misterioso “aporte”. En cierto momento, un pedazo de cristal surgió de uno de los techos y se proyectó hacia el suelo a una velocidad que superaban con mucho la de la simple caída por gravedad. Fue a golpear una pequeña mesilla y saltó hacia un lado con gran violencia. Salvador Ortega, uno de los fundadores de la Policía Científica española, analizó la grabación sin encontrar explicación plausible.
Además, el equipo de investigadores vio cómo un reloj de pared estropeado se ponía en marcha de pronto, cómo las lámparas del techo se movían, oyeron ruidos a veces estruendosos y percibieron olores extraños y muy penetrantes, agradables y desagradables.
Distintas teorías
Las investigaciones del Grupo Hepta se prolongaron durante meses. Hubo un debate sobre el posible origen de los sucesos extraños. Por supuesto, una de las hipótesis más evidentes se centró en el fantasma del hombre muerto en el local, antes de ser una tienda de antigüedades. Otra posibilidad tenía que ver con la presencia de algún tipo de campo anómalo de energía. Y, por último, se barajó la teoría de la “impregnación”, ya que los objetos de la tienda podían ser responsables por su gran “carga” histórica
La conclusión del Grupo Hepta
La conclusión final de los investigadores fue que se trataba de un fenómeno poltergeist. Llegaron a esta explicación interrogando al dueño de El Baúl del Monje, a quien ya le habían ocurrido con anterioridad sucesos parecidos. Además, cuando él estaba en la tienda, los fenómenos eran de mayor intensidad.