Carlos Porro presenta su nuevo libro "La indumentaria tradicional de Villada"

Palencia

Muchas veces y en el peor de los casos, la reconstrucción de nuestra historia cercana y sentida, la de nuestra identidad antes exclusiva y ahora global ha de hacerse a partir del imaginario del investigador -asentado en el conocimiento de la documentación- y del ideario trasmitido por todos aquellos testimonios materiales tras su consulta exhaustiva. Perdida la costumbre o desaparecidos los restos materiales, contamos con otros muchos testimonios, la memoria y la tradición oral, antes despreciados y comercializados en una utilización vana que son sin embargo sobrevivientes y toman el carácter arqueológico para dar paso y vida -no están por tanto desaparecidos- a las diferentes etapas que se han solapado a través del tiempo.

La memoria de la tradición oral sorprende cada vez más, aunque llevamos queriéndola sepultar muchas décadas; otras veces es la riqueza de las piezas testimoniales, manteos, capas, jubones, tapabocas o sayas originales y antiguas de uso familiar conservadas con cariño las que hacen brillar los ojos de los entusiastas de la indumentaria y otras, las más tiranas pero seguramente las más ricas y fidedignas históricamente (sea tan solo porque están fechadas en año y vez) son las documentaciones escritas que día tras días y año tras año se han conservado y ordenadamente colocado a lo largo de cinco siglos como es el caso de toda la documentación notarial de Villada que sirve de columna vertebral a la hora de desarrollar este libro de 200 páginas y más de 120 fotografías.

Son los ricos legajos guardados en el Archivo Histórico Provincial de Palencia para nuestro caso los que han de ser el eje recomponga el pasado popular y los modos de vida -y del vestir en este caso- de los villadinos desde las postrimerías del siglo XVI, pues se conservan grandes series de protocolos desde los primeros años del siglo XVII, recogiendo en testamentos, cartas de dote, hijuelas y memorias con mil y un datos que nos acerca usos y costumbres desde el año 1550 cuando poco hasta la entrada del siglo XX.

El afán nuestro no es solo cosa de dejar constancia de los estilos locales para el vestir popular del último siglo o siglo y medio- o séase de mediados y finales del XIX- de cara a su utilización en los tiempos recientes para el llamado traje regional primero y tradicional después o sea el que pudiera identificarnos frente a los demás “grupos portadores” como acostumbran a llamar algunas corrientes investigadoras lo que fueron los vecinos comarcanos de toda la vida, y por ello repasaremos varios siglos de usos y disfrutes del vestir. Casero y artesano pero también de modas e importaciones, pues esta villa terracampina de tiempos pasados siempre apuntó maneras como capital de los contornos y rodeada de las grandes villas cercanas, como Paredes de Nava, Sahagún de Campos o Villalón.

Actualmente Elena Herrero es la directora del grupo y con ella se retoma esta actividad cultural que mantiene las tradiciones de la villa (entre ellas el paloteo en la fiesta de San Luis). Durante todo este tiempo, José Luis Herrero ha sido el músico oficial, el dulzainero guardián de la agrupación y hoy con sus 85 años a cuestas mantiene en primera línea de batalla al grupo en los festivales y encuentros folklóricos en los que participan habitualmente. Este próximo día 28, domingo, a las 7 de la tarde se presentará el libro en el centro cultural villadino y previo a ello, a las 6, se hará un recorrido y visita a la sala de exposiciones que recoge en cientos de fotografías los 80 años de celebración de este grupo de baile en el período que va de 1939 a 2019.

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