El necesario beneficio de la duda

Alicante

El discurso de Carlos Mazón tras tomar posesión de la presidencia de la Diputación fue impecable y disruptivo. Es cierto, haciendo una adaptación libre del Himno de la Comunitat Valenciana, que para ofrendar nuevas glorias a esta autonomía, a Alicante también le debe ir bien. Y también es impecable, la crítica que ha hecho a episodios políticos del pasado que son evitables y lamentables y que lejos de buscar con ellos el beneficio de los ciudadanos han buscado el enfrentamiento por el enfrentamiento.

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Además, rompe con lo que minutos antes dijo el secretario general del PP, Teodoro García Egea, que con la diputación, ya ha creado un dique de contención al Consell. Por ello, teniendo en cuenta lo que esperan de él, esperemos que las piedras en el camino no se las ponga su propio partido.

Pese a ello y conociendo su talante, a Mazón se le debe conceder -como el mismo pidió- el beneficio de la duda. Pero no debe ser una gracia que se le otorgue por condescendencia, si no por la necesidad de romper la actual inercia.

Y por cierto, la toma de posesión del viernes, fue un revival para ripollistas-zaplanistas, que llenaron el Palacio Provincial de olor a naftalina. Su época se conjuga en pretérito.