Pobreza crónica

Aranda de Duero

La cronificación de la pobreza sigue siendo el problema principal que se deriva de las conclusiones que extrae Cáritas Aranda de su labor realizada a lo largo del año pasado. Esta organización atendió en 2018 a un total de 623 personas sumando los diferentes programas que tiene en este municipio y entregó ayudas económicas directas por un total de 63.400 euros, sin contar las que hizo en especie: alimentos, ropa o enseres, que no están incluidas en ese importe.

Uno de los pilares fundamentales de la labor social de Cáritas en la capital ribereña es el programa de Personas Sin Hogar, que atiende a uno de los colectivos más vulnerables y que contabilizó la atención a 255 personas, que recibieron servicios de alojamiento, manutención, aseo y ropa. En otros apartados, un centenar de niños y jóvenes recibieron apoyo escolar o participaron en actividades de ocio saludable y educación en valores y 126 personas pasaron por el servicio de atención al drogodependiente. Es muy importante también la función que cumple el proyecto ARRROPA por el que se han recogido en los 15 contenedores instalados más de 80.000 kilos de ropa que se acondiciona en algunos casos para venderla en su tienda de la calle Hospicio o para entregarla a personas sin recursos, o bien se convierte en trapos para uso industrial en el peor de los casos. Pero el programa con mayor número de usuarios es el de Empleo, que atendió a 368 personas, dirigiendo a 108 de ellas a una de las trece acciones formativas que tiene y logrando la inserción de 129.

Aunque los datos no varían sustancialmente en relación a las memorias de años anteriores, pero los responsables de Cáritas si advierten que la pobreza y la exclusión social son problemas enquistados en algunas familias, que acumulan hasta tres generaciones de usuarios de esta ONG.