Vergüenza ajena

Palencia

Los ciudadanos hemos visto estos días cómo son nuestros políticos y yo siento vergüenza ajena de ver quiénes nos representan. La mayoría nos ha ofrecido el peor de los vodeviles que nos pudiésemos imaginar y muy pocos han sido capaces de mantener su coherencia y dignidad.

Centrándonos en Palencia, ha sido patético comprobar cómo se utiliza como moneda de cambio la alcaldía de la ciudad para que el líder regional del PP se convierta en el presidente de la comunidad autónoma. Yo pensaba que en democracia eran los votantes los que elegían a sus gobernantes, soy un incauto.

Qué decir de Ciudadanos. Prometían el cambio y a eso se han plegado, al cambio de sillones. Tocar poder es una obsesión de casi todos los políticos, tanto para los nuevos partidos como para los viejos. Creo que el señor Igea, que parecía ser una persona íntegra, ha preferido obtener determinadas alcaldías, aunque les ha salido mal en Burgos, diputaciones o Consejerías antes que pactar un programa de gobierno serio en beneficio de la ciudadanía. ¡Qué gran decepción!

Creo que lo más sensato hubiera sido que tanto los concejales del PP como de Ciudadanos se hubieran opuesto a las decisiones de sus respectivos partidos a nivel nacional y que hubiesen dimitido, ya que no pintan nada en absoluto.

El PSOE tampoco se queda atrás, allí donde ha podido ha pactado a diestra y siniestra, incluso con el apoyo de extremistas, para lograr los codiciados puestos, mientras que en Palencia se hacían la piel a jirones porque no podía gobernar la lista más votada. ¡A quién quieren dar lecciones de moralidad democrática! En la vida, cuando se participa en una competición, se puede ganar o perder, pero siempre hay que hacerlo con dignidad y no utilizar a la gente para mostrar el rechazo a un acto totalmente democrático.

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A mi entender, la clase política palentina es muy mediocre, aunque la mayoría de los que la forman se cree imprescindible y que tenemos que dar gracias porque nos gobiernen. La culpa no la tienen ellos, pobrecillos. Para mí, el sistema de elección que tenemos es el que permite que ocurran estas actuaciones y que, a la par, aleja a las personas más valiosas del ámbito de la política.

Pienso que con una medida muy sencilla nos evitaríamos estos bochornos. Propongo que tanto para elegir al Presidente de Gobierno de España como al Presidente de la Comunidad Autónoma o al Alcalde se realice una segunda vuelta entre los dos candidatos más votados, si ninguno de ellos ha obtenido en la primera más del 50% de los votos, y que gobierne los cuatro años. Seríamos las personas las que decidiésemos quién queremos que nos gobierne. Los pactos vendrían después.

Para finalizar esta temporada de Firmas, quería agradecer a todos los oyentes su capacidad para soportar estoicamente mis comentarios. Les confieso que ha sido un honor poder dirigirme, con total libertad, a ustedes. A la Cadena Ser le quiero mostrar mi más sincero reconocimiento por darme esta oportunidad inmerecida y por su apoyo en todo momento. Su éxito a nivel local se lo han ganado con mucho trabajo e independencia.

Por último, quiero reconocer que este viaje no habría sido posible si no hubiera contado con el respaldo, en todo momento, de mi novia, y próximamente mujer, Marta. Este trabajo ha sido el fruto del esfuerzo de ambos, ya que tanto monta como monta tanto.