El verdadero colofón al centenario
El Valencia logró cumplir su verdadero objetivo de la temporada consiguiendo la clasificación para la Champions y ahora tiene ante sí el reto de ponerle la guinda al pastel con la posibilidad de levantar la Copa del Rey. Hace once años del último título que ganó el club y quince de la última celebración por las calles de la ciudad.
Valencia
Como hemos recordado a lo largo de la semana repasando con detalle en esta página web los siete títulos anteriores, el Valencia busca conquistar su octava Copa del Rey. Año 1941, 3-1 contra el Español; año 1949, 1-0 contra el Athletic de Bilbao; año 1954, 3-0 contra el Barcelona; año 1967, 2-1 contra el Athletic de Bilbao; año 1979, 2-0 contra el Real Madrid; año 1999, 3-0 contra el Atlético de Madrid y año 2008, 3-1 contra el Getafe. De las siete, cinco victorias bastante holgadas y sólo dos con marcadores apretados.
Las fotos para la historia tuvieron estos protagonistas: Juan Ramón Santiago levantó la Copa del 49, Edmundo Suárez ‘Mundo’ la del 49, Salvador Monzó la del 54, Roberto Gil la del 67, Pepe Carrete la del 79, Gaizka Mendieta la del 99 y Rubén Baraja la del 2008, aunque estos dos últimos ayudados por Paco Camarasa y por Carlos Marchena respectivamente. Hoy esperamos que se les una la foto de Dani Parejo levantando al cielo de Sevilla el trofeo de campeón de Copa.
Al Barcelona el alivio de luto le llega, de nuevo, con la final de Copa, como le ocurrió el año pasado tras la debacle en Roma, donde cayó con estrépito por 3-0 quedando eliminado de la Champions; una tragedia que lloró durante once días antes de reintegrarse de nuevo a la vida futbolística. Lo de Roma fue el 10 de abril y el día 21, consolaba su dolor en el Wanda Metropolitano destrozando al Sevilla en la final de la Copa del Rey. Pocos días después se proclamaba también campeón de Liga.
Ésa es la única diferencia con la presente temporada, que la final de Copa le llega con el título de Liga ya en el bolsillo. Pero lo de llegar a la final de Copa tras una sonora debacle se repite por segundo año consecutivo; ahora falta que los platos rotos no los pague el Valencia, como sí lo hizo el año pasado el Sevilla. Esta vez, el equipo de Valverde ha alargado el duelo una semana más. 18 días han pasado desde que se dio ese batacazo en Anfield donde perdió 4-0 poniendo fin a su principal objetivo de la temporada que, una vez más, se les volvió a escapar.
Pero el Barça no gana la Champions desde hace cuatro años, aunque ganar la Copa se ha convertido en una especie de rutina. En estos cuatro años la ha ganado de manera ininterrumpida. Desde que perdiera la final de 2014 en Mestalla ante el Real Madrid, ha ganado todas las siguientes: en 2015 contra el Athletic en el Camp Nou, en 2016 contra el Sevilla en el Vicente Calderón, en 2017 contra el Alavés también en el Calderón y en 2018 la mencionada antes en el Wanda Metropolitano frente al Sevilla.
Si el Barça logra el repóquer consecutivo, sería su trigésimo primer título copero y ampliaría entonces su ventaja sobre el Athletic, segundo club más laureado de la competición con 23 cetros del torneo del k.o. Hasta hace no muchos años era el Athletic el equipo considerado como ‘Rey de Copas’, pero desde que le adelantó el Barça, la diferencia entre ambos no ha hecho más que ampliarse. En esa clasificación de campeones de Copa, el Valencia, con sus siete trofeos ocupa la quinta posición por detrás también del Real Madrid, que tiene 19 y del Atlético de Madrid, que tiene diez.
Trayectorias de ambos para llegar hasta aquí. El Barça empezó enfrentándose a un equipo de la Segunda División B, la Cultural Leonesa, imponiéndose en los dos partidos de la eliminatoria, 0-1 en León y 4-1 en la vuelta. Luego llegó la polémica, porque en la ronda de dieciseisavos de final se medía al Levante y en la ida, en el Ciudad de Valencia, Valverde decidía alinear al jugador del filial ‘Chumi’, que había visto con el Barça B el fin de semana anterior la quinta tarjeta amarilla, con lo que no podía jugar. Cometió alineación indebida, como meses después determinó la jueza de competición, pero el Levante no se dio cuenta en los plazos establecidos y no denunció el hecho, perdiendo la oportunidad de ganar la eliminatoria en los despachos. En el campo, sí que gano en la ida 2-1, pero perdió en la vuelta por 3-0.
También perdió el Barça su partido de ida de la siguiente eliminatoria, la de los octavos de final ante el Sevilla. Y lo hizo por un resultado mayor, 2-0, con lo que se le complicaba la cosa para el partido de vuelta en el Camp Nou. Pero no falló. Casi como en la final de Copa de la temporada anterior, el Barça goleaba por 6-1 y accedía a las semifinales donde se iba a encontrar con su principal enemigo, el Real Madrid. Mal resultado también en la ida porque en del Camp Nou el Real Madrid salía con un empate a uno, pero en la vuelta en el Santiago Bernabéu el Barça sellaba su pase a la final de forma clara y contundente imponiéndose por 0-3.
La trayectoria del Valencia también ha tenido altibajos a lo largo de sus ocho partidos previos a la final. Empezó también contra un rival de Segunda División B, el CD Ebro de Zaragoza. Ganó en la ida en La Romareda por 1-2 y también ganó en la vuelta por 2-1 en Mestalla. En cuartos de final se enfrentaba al único equipo superviviente que no era de Primera División, al Sporting de Gijón, y hubo que sufrir más de lo previsto para superarle. El Valencia perdió en Gijón 2-1 y al descanso del partido de vuelta en Mestalla no había sido capaz de marcar ningún gol. En la segunda parte ya fue distinto y logró anotar tres, con los que se clasificaba para los cuartos de final.
Las dos siguientes eliminatorias tuvieron todos los alicientes propios del torneo del k.o: emoción, tensión, pasión, incertidumbre, igualdad… y al final éxtasis. En cuartos tocó el Getafe. Otra derrota en el partido de ida fuera de casa (1-0), con lo que los deberes volvían a quedar para Mestalla. El de vuelta fue el partido de la temporada con mayúsculas. Nada más empezar, gol del Getafe y todo ya muy cuesta arriba. Había que marcar tres. Una hora de juego hubo que esperar para que llegara el primero. Pero no hubo más hasta que se cumplió el 90. Entonces llegó el mejor desenlace posible. Rodrigo hacía el 2-1 ya en el descuento. El Getafe tuvo una clarísima para sentenciar, pero en la siguiente jugada Rodrigo volvía a marcar, desatando una de las mayores locuras que se recuerda en Mestalla.
En las semis el Valencia evitaba a los ‘cocos’. Madrid y Barça se enfrentarían entre sí y el Valencia lo haría contra el Betis. La cosa empezaba igual de cuesta arriba que en las eliminatorias anteriores. El Betis se ponía 1-0 en el 44 y 2-0 en el 53. Pero el Valencia, esta vez, empezó los deberes antes del partido de vuelta. La salida de Gameiro cambió el signo del partido y el Valencia, con un gol de Cheryshev a pase suyo y otro directamente obra del delantero francés, empataba el choque a dos. Pero faltaba rubricarlo en la vuelta. Y lo rubricó gracias a un gol de Rodrigo en el minuto 55. Era el gol que clasificaba al Valencia para su decimoséptima final de Copa en sus cien años de historia.
A esta final llega el Barça más mermado que el Valencia en cuanto a las bajas. Se lo pierden por lesión dos piezas importantes dentro de la parcela ofensiva del conjunto azulgrana. No jugarán ni Luis Suárez ni Ousmane Demebélé. Tampoco están diponibles ni Ter Stegen, aunque el portero de la Copa es Cillesen; Boateng, que no cuenta en absoluto para Valverde; ni Rafinha, lesionado durante toda la temporada.
En el Valencia, todo en orden. Ya sabíamos desde hace tiempo que Denis Cheryshev se iba a perder todo lo que faltaba de temporada desde que se lesionó el 21 de abril en un partido de Liga contra el Betis. Aun así, Marcelino quiso hacerle partícipe de esta final llevándoselo con sus muletas al hotel de concentración de Jerez. No así Kangin Lee, que es el único jugador de la primera plantilla que no estará in situ en el Benito Villamarín, ya que desde hace semanas está concentrado con la selección sub-20 de Corea del Sur. Por lo demás, todo en orden. Kondogbia ha hecho un trabajo ímprobo estas últimas semanas para recuperarse a tiempo de su complicada lesión muscular y ya disfrutó de minutos en el último partido de Liga ante el Valladolid. Ese partido no lo jugó Garay porque arrastraba unas molestias también musculares, pero se ha cumplido la previsión médica de que pudiera estar perfectamente disponible para la Final.
Carlos Martínez Reyero
Redactor de Deportes en Radio Valencia y director de "Off the Record"