El Palau Sant Dioni

Fuente-Álamo

No he estado en ninguno de los dos. Ni en el Sant Jordi de Barcelona ni el el Sant Dioni de Fuente Álamo, provincia de Albacete. Aunque reconozco que me pica más la curiosidad por el segundo.

Todo comenzó cuando nuestra compañera Nani García, de La Tribuna, preguntó un día “¿Pero es que no vamos a ir a mi pueblo?” No digas eso delante del candidato que te lo incluye en la agenda. Siempre hay hueco para uno más. Y allá que fuimos. Más cerca de la playa que del Palacio de Fuensalida hicimos tour por Caudete, Hellín, Tobarra y La Roda. Aunque la visita más sonada fue la de Fuente Álamo . Y no al pueblo en si, que verlo no lo vimos, si no a la cooperativa San Dionisio. Todos pensando que sería un acto de equipo ligero (que es como llamamos a las declaraciones breves con grabadora, de pie, y salir pitando) pero oh, sorpresa, nuestros anfitriones nos agasajaban después con una pequeña cata de algunos de sus vinos. Que, como todo el mundo sabe, con unas almendrejas fritas entran mejor. Llenando las copas, el propio Paco Nuñez. “Por el vino. Porque se venda y porque se cobre” decía comandando el brindis. Nos gustaron tanto que salimos a botella por cabeza de la tienda, muy a pesar de la pobre dependienta a la que hicimos salir con 15 minutos de retraso según marcaba el horario colgado en la puerta. Los periodistas, siempre llegando tarde, pensaría.

Hay otra máxima en esta campaña: Ningún caravanero sin ver a su familia. Y nuestra compañera pudo abrazar también a su madre que vino a su encuentro e incluso subió a la Paconeta, que causa sensación por donde va. Salimos agradecidos del lugar al que bautizamos simbólicamente como El pueblo de Baco, Dioniso para los griegos, como el patrón que da nombre a las bodegas. “¿Aquí dónde se baila?” preguntaba otra compañera cuando emprendíamos de nuevo ruta “En el Palau Sant Dioni” respondía con guasa la paisana periodista. Estos días estoy volviendo a los lugares que visité hace dos campañas, así que tendré que esperar a la siguiente para echarme ese baile.

Y como no es lo mismo contarlo que vivirlo: Mainetes Crianza 12 meses. No dejen de probarlo.