A la espera de que los milagros existan

San Sebastián

El Delteco GBC no pudo consumar la hazaña de volver a ganar en el Palau Blaugrana y se queda a la espera de un milagro en la última jornada para seguir siendo equipo de ACB la próxima temporada. Si ya parecía un milagro mantenerse vivo a estas alturas del curso, lo de la última jornada parce ya algo exclusivo de aquellos que de verdad crean que hay algo más allá capaz de mover los hilos de nuestras vidas y provocar cambios drásticos que sean decisivos para el futuro. Porque al equipo donostiarra no le queda más remedio que tener mucha fe. Debe lograr un imposible, o al menos casi imposible.

Con la victoria de Estudiantes contra Obradoiro, todo se le pone mucho más cuesta arriba. Pero sigue habiendo vida. Aunque juzgad vosotros mismos: debe ganar, nada más y nada menos, al Real Madrid en Illunbe. Y después esperar que Obradoiro no gane al Barcelona, y que de paso los otros dos equipos con los que empataría a puntos en caso de victoria también ganen para evitar triples empates con los que saldría perjudicado. En fin, una carambola de dimensiones casi planetarias. Difícil de creer. Pero también era difícil de creer en este equipo cuando estaba a cuatro partidos de la salvación y parecía hundido. No queda otra que creer. Por muy complicado que esté.

Lo del Palau Blaugrana merece poco comentario. Fue un quiero y no puedo. Eso sí, el Delteco GBC llegó a ir perdiendo por 19 puntos y parecía que ya era mejor arrojar la toalla, pero logró meterse de nuevo en el partido colocándose a sólo 7 puntos a falta de tres minutos. Entonces, llegaron varias decisiones arbitrales discutibles y echaron por tierras sus ilusiones. Al final, 88-71, dejando patente lo imposible lograr la hazaña en el Palau y poder ganar para depender de si mismo en la última jornada. El mejor, Beqa Burjanadze con 16 puntos y 17 de valoración, y Bobrov, con 11 puntos.