La victoria más triste (4-3)

Córdoba

El Córdoba se llevó los tres puntos ante el Nástic en un partido que pareció un amistoso veraniego. Ninguno de los dos equipos tenía ganas de jugar, pero el Córdoba por aquello de jugar en casa, puso un poquito más de ganas y de intención. Solo por eso se llevó un choque que pudo acabar en goleada de escándalo y que terminó con los locales pidiendo la hora ante un Nástic muy flojo que, sin embargo, al final casi empata. Hubiera sido el colmo.

Ampliar

Cerrar

El partido se recordará más por las continuas protestas de la grada hacia el palco y hacia los jugadores. Antes del choque, la puerta cero acogió la primera de esas protestas con un numeroso grupo de aficionados que dejó clara su disconformidad con la gestión de Jesús León, al que se pidió su dimisión. Durante el choque, con un estadio semivacío con apenas 2.000 espectadores siendo generososo; parte de la afición gritó contra los jugadores y contra el palco.

Del partido en sí, el Córdoba simplemente tuvo algo más de actitud, un poco de más intensidad que su rival, esa actitud que tantas veces se ha echado en falta esta temporada. Por eso ganó y porque el Nástic vino de paseo.

Conforme pasaron los minutos, los de Rafa Navarro tiraron del poco orgullo que han mostrado este año y casi por inercia fuero cayendo los goles. Javi Lara de falta directa, Andrés Martín y Alfaro desnudaron las carencias del Nástic antes del descanso con tres goles que pudieron ser más de no ser por Becerra.

Tras el descanso bajó la intensidad. Más aún de lo esperado pero los goles siguieron protagonizando el partido. Alfaro marcó el cuarto y pareció sentenciar pero el Nástic en el tramo final hizo tres goles ante la defensa más goleada del fútbol profesional español, que para no perder la costumbre, rozó el ridículo en los últimos minutos. Triste final para dos equipos ya descendidos que solo se jugarán el puesto de farolillo rojo en la tabla.

Únete al canal de WhatsApp de la SER