El interés de la mayoría
Joaquín del Valle
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Jerez de la Frontera
En unas horas, de nuevo, podremos convertir nuestra voluntad personal en colectiva. Es comprensible que esto de votar sea para muchos y muchas, por repetitivo, algo cansino. Este país no se ha preocupado, para nada, en transmitir a las nuevas generaciones los valores de participación democrática y los nacidos hace menos de 50 años pueden pensar que siempre fue posible ejercer este derecho, que es intrascendente si vamos o no a votar. A tenor del espectáculo y guerra de banderías en el que algunos han convertido la política, los vergonzosos debates que hemos sufrido son un grave ejemplo, es normal que pensemos que nuestra opinión, nuestro voto, carece de importancia real.
Los que ya vestimos canas políticas, por el contrario, sabemos de la trascendencia de que el domingo llenemos las urnas con nuestras voluntades.
Deberíamos caer en la cuenta que en las ciudades y barrios con mayor renta se participa hasta tres veces más que en los barrios con menos recursos, los que más tienen no lo dudan y votan masivamente. Debemos llenar las urnas por la defensa del reparto de la riqueza, de los derechos y servicios públicos de calidad, de la regeneración democrática, es cuestión de interés de la mayoría, y hacer una moción de censura al retroceso, la precariedad laboral y salarial, las violencias contra la mujer, la intolerancia y la desigualdad.