'Paz y VOX'
Sobre la salida de Fernando Paz como número uno al congreso de la fromación política VOX en Albacete
Firma Eva Reyes, "Paz y VOX"
02:05
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La Línea de la Concepción
Vox decidió hace unos días prescindir del pseudohistoriador Fernando Paz, un personaje gracias al que la formación de Santiago Abascal y Ortega Smith había conseguido su objetivo de acaparar la atención mediática por sus declaraciones homófobas y negacionistas. Paz era el cabeza de lista al Congreso por la provincia castellano manchega de Albacete.
Resulta muy curiosa la valoración que Vox ha realizado de la renuncia afortunadamente irrevocable de su candidato. Ni corto ni perezoso, el vicesecretario de Comunicación de Vox, Manuel Mariscal, también candidato al Congreso, agradeció públicamente la altura de miras y el gesto patriótico de Fernando Paz, que según Mariscal "no ha querido perjudicar al proyecto de Vox", al tiempo que condenó la presión mediática ejercida sobre éste. Presión que, en este caso, creo totalmente justificada, ya que, aunque a veces pienso que habría que reducir en los medios la cobertura a Vox, casos como éste sí la exigen.
¿Quiere hacernos creer Vox que desconocía los impresentables posicionamientos de Fernando Paz sobre la homosexualidad o el holocausto, que llega a minimizar y relativizar? No creo que haya nadie que compre eso. Vox era y es plenamente consciente de quién es este señor y de cómo piensa, y de que sus barbaridades calarían en algún sector de la población.
El único problema, al parecer, es que, con este exceso de frenada, Vox ha visto peligrar sus intereses en Estados Unidos, donde quiere estrechar lazos con los círculos más conservadores del Partido Republicano. En Estado Unidos, el Holocausto es una línea roja que ningún partido político se atreve a traspasar, salvo los neonazis.
Sea como fuere, la elección inicial de Fernando Paz, que provocó el rechazo casi inmediato de la Federación de Comunidades Judías de España, los partidos de izquierdas y el colectivo LGTBI, por citar solo a algunos, no es solo una provocación de Vox, sino un ejemplo de lo que este partido es capaz de amparar y defender. Espero que, al menos, le valga como reflexión a todos esos votantes de Vox que ya optaron por esta opción política en las elecciones andaluzas o tengan previsto votarles en las siguientes convocatorias, no por coincidencia ideológica, sino por un descontento mal canalizado que, en mi opinión, en ningún caso justifica el apoyo a esta formación política.