José Luis Rebollo: "Ana Rosa Migoya fue la única presidenta sensible con las cuestiones legales de la Fundación"

Avilés

Los acusados en el “caso Niemeyer” volvieron esta mañana a repetir la estrategia ya escuchada: los que mandaban eran los políticos y no fueron responsables de la gestión económica. En la cuarta jornada de declaraciones, el ex secretario del Patronato de la Fundación, José Luis Rebollo, cargó las tintas sobre los miembros del Patronato. Apuntó que los patronos eran un "coro de alabanzas" hacia la gestión del exdirector general, Natalio Grueso, a quienes les preocupaba más la fecha de llegada al complejo del actor Brad Pitt que el estado de las cuentas y dejó claro que si las cuentas no se fiscalizaron fue por una instrucción muy concreta.

El abogado José Luis Rebollo, que ostentó el cargo de secretario general entre los años 2007 y 2011, se representa a sí mismo en el juicio que se sigue en la Audiencia Provincial de Oviedo por el Caso Niemeyer, en el que afronta una petición fiscal de dos años y tres meses de prisión y el pago de una multa de 7.200 euros como presunto cooperador en un delito societario continuado. No salió mejor parada la segunda presidenta del Patronato, la consejera Encarnación Rodríguez Cañas.

A su juicio, el mayor "error" fue que los patronos se reunían poco y cree que hubiera sido necesaria la creación de un órgano intermedio, de forma que las cosas se habrían solucionado de manera distinta y él sólo identificaba "chapuzas, no algo tan grave", ha añadido. Para Rebollo, el camino de la Fundación y el Patronato nunca fueron a la par y dejó claro quién mandaba.

En el listado de autoridades con las que trataba solo exculpó a la ex consejera Ana Rosa Migoya. Según Rebollo, Migoya sí atendía sus planteamientos y la necesidad de crear órganos intermedios aunque "duró poco en el cargo".

La prolongada declaración del ex secretario ha pospuesto el inicio de la comparecencia de los testigos.

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