"Mi voz no soy yo"
Hace dos años que Luz Ortega inició su proceso de cambio de sexo y desde hace dos meses intenta que su voz, no lleve la contraria a su cuerpo
Madrid
"Dime los días de la semana, enfadada pero siendo dulce". Las indicaciones las marca Vanesa Sáchez, es logopeda y especialista en patología vocal. Frente al espejo sentada está Luz Ortega, 31 años. Hace dos que inició su proceso de cambio de sexo y desde hace dos meses intenta que su voz, no lleve la contraria a su cuerpo.
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La feminización de la voz es fundamental en ese proceso de cambio, al menos para Luz. ¿Qué voz quiero tener? Repite la pregunta en voz alta. "La mía, pero que no me confundan con un hombre, porque no lo soy". En su memoria tiene grabada la llamada del operador de una compañía telefónica que se negaba a hacer un trámite porque su voz, no correspondía con el nombre del DNI.
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Cada año, en la Comunidad de Madrid, 25 mujeres pasan por este proceso de feminización de la voz derivadas desde la Unidad de Identidad de Género del Hospital Ramón y Cajal y Vanesa les ayuda en ese aprendizaje en el Centro de Rehabilitación CRL de Madrid.
"Una voz femenina no es una voz aguda" señala Vanesa. En el proceso de "feminización" se trabaja la "cadencia y la melodía, posturas corporales, el ritmo y el volumen. También en movimiento, porque en movimiento todas las voces cambian y eso también hay que trabajarlo". Pueden pensar que es una voz grave, pero lo que hay que conseguir es que escuchen una voz femenina, que en esa duda la respuesta sea "sí, es una mujer".
Para Luz, conseguir esa voz femenina es un paso más, en la construcción de su identidad, porque "escucharte más femenina, es salir del cuerpo al que rechazas".
" Vamos Luz, dime tu nombre de una forma bonita. Mi nombre es Luz Ortega Nieto".