El director del Niemeyer insiste en que todas sus gestiones tenían visto bueno del patronato
Natalio Grueso exonera a su ex esposa de cualquier irregularidad y dice que su colaboración fue clave en el Niemeyer aunque no cobraba "ni un euro"
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El interrogatorio a Grueso ha vuelto a copar buena parte de la segunda sesión del juicio. / JL Cereijido
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Oviedo
Natalio Grueso ha hecho responsables últimos de la gestión del Centro Cultural Óscar Niemeyer, por la que se sienta en el banquillo, a los integrantes socialistas del Patronato. Si el lunes ya explicó que este órgano estaba al tanto de todas sus decisiones importantes, en la segunda sesión del juicio ha sido más preciso en el señalamiento político.
El ex director del Niemeyer fue interrogado este martes en la Sección tercera de la Audiencia en Oviedo por la representación legal del resto de las partes, tras responder el lunes a preguntas del fiscal. Respondió a todos, excepto a la acusación particular ejercida por Foro Asturias. En ese contexto respondió a quien fuera el secretario del Patronato, José Luis Rebollo, también acusado y que se representa a sí mismo como abogado. A preguntas de Rebollo, Grueso dejó claro a quién atribuye el control, del Patronato, todo cargos del Partido Socialista. Posteriormente precisaría que esos integrantes del patronato, la consejera de Cultura -Ana Rosa Migoya-, la alcaldesa de Avilés -Pilar Varela- o el presidente del Puerto -Manuel Ponga- recibían instrucciones de quien era su "jefe", el presidente del Principado, Vicente Álvarez Areces.
A preguntas de la Defensa de su exmujer, Judith Pereiro, recalcó que llevó a cabo un trabajo “imprescindible” por sus capacidades en las relaciones internacionales. Sin embargo, actuó como voluntaria y no cobró cantidad alguna, según Natalio Grueso. Explicó una cantidad que figura a su nombre: correspondía en realidad a una paga extra del propio Grueso que le fue abonada en una cuenta compartida con quien en ese momento era su esposa. Natalio Grueso describió de forma bastante gráfica el celo de Judit Pereiro en su trabajo y dijo que ella tenía las habilidad de acompañar a las mujeres o los niños de los invitados de la Fundación, como Woody Allen o Brad Pitt.