Capítulo 97: Lubo Penev

Valencia

Una vez superada la angustia del paso por los infiernos de Segunda, el Valencia recuperó el pulso competitivo en la temporada 1988/89. Con la gestión excepcional de Arturo Tuzón, el club de Mestalla -liderado desde el banquillo por Víctor Espárrago- finalizaba la Liga en tercera posición, consiguiendo la clasificación para la siguiente edición de la Copa de la UEFA. Ese mismo verano, además, el tesorero de la entidad, Vicent Andreu Fajardo, anunciaba un superávit de 150 millones de pesetas en el ejercicio anterior.

Así las cosas, el presidente escuchó los sabios consejos de Roberto Gil, aceptando realizar una inversión importante en el fichaje de un delantero de referencia. Ante la imposibilidad de firmar al uruguayo Daniel Fonseca (su precio era prohibitivo), la secretaría técnica tuvo claro el plan B. Un nueve búlgaro que, a sus 22 años, había marcado 80 goles en 101 partidos con el CSKA de Sofía. Su nombre, Luboslav Mladenov Penev, aunque entraría en la leyenda del murciélago como Lubo. Potente tanque de 1’87 centímetros, con regate, poderío aéreo, pegada con ambas piernas y una sorprendente capacidad para caer a banda, iba a convertirse el primer gran ídolo de Mestalla después de Kempes.

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