Radiocuentos del Alfabeto
Sueño perdido
Ane Alonso, 25 años
Bilbao
Ofreció su cuerpo mullido, un abrazo cálido que lo envolvía en un halo protector. La respiración de su hijo se calmó y, en pocos segundos, volvió a sumergirse en un mundo de fantasía, tranquilo, con la certeza de que ella siempre estaría ahí.
La joven, contemplando el infinito, intentó recordar las ilusiones perdidas durante noches en vela. ¿Dónde quedaron sus propios sueños?