En Génova temen que la venta del solar del Obispado aumente el alquiler turístico

Palma

Los vecinos del barrio palmesano de Génova temen que tras la venta del solar, propiedad de la Iglesia, esté un inversor que pretenda ampliar el negocio vinculado al alquiler turístico, evidente en la zona. Según ha sabido la SER, el Obispado ha vendido por al menos 750.000 euros una propiedad situada en la calle Batista número 9 de Génova, en Palma, un terreno de 600 m2 con una casa de 140m2.

Se trata de un solar abandonado con evidentes síntomas de degradación. La vivienda tiene signos claros de deterioro y nos cuenta que la propiedad ha estado en desuso durante años. Una degradación que ha sido objeto de denuncias por parte de los vecinos que han convivido con el abandono, la suciedad y con okupas.

En esa misma calle, frente al solar propiedad de la parroquia, un inversor alemán compró tres viviendas que ha reformado y convertido en una única estancia. Una calle más arriba, las casas tradicionales mallorquinas, casas bajas empedradas, predominantes durante décadas en la zona han sido sustituidas por cemento, fachadas blancas y grandes cristaleras que forman una hilera de once chalets adosados. La fotografía es el reflejo de que el barrio de Génova sufre las mismas consecuencias que otros barrios como Son Espanyolet o el Terreno en los que los inversores buscan lucro en el alquiler turístico. Génova pone precio a sus viviendas ante el cheque en blanco que ofrecen inversores extranjeros de alto poder adquisitivo. Compraventa que expulsa al residente y transforma los barrios. Un negocio al que se suma la Iglesia que ha puesto precio y ha vendido un solar, cedido hace cuatro décadas por un particular a la parroquia de Génova.

Victoria ha vivido toda su vida en una vivienda frente a esta propiedad y "le sorprende que decidan vender en este momento en el que los precios se han disparado, cuando en cuarenta años no les ha interesado". Cuando vio el cartel de 'se vende' en la barrera del solar llamó al numero de teléfono, teléfono del Obispado, y donde, según nos cuenta, "le trasladaron todos los detalles de la venta que tenía un precio de salida de 750.000 euros".

Dice esta vecina que además de llevarse "una buena tajada" con la venta de este solar, la Iglesia contribuye "a la expansión del negocio vinculado al alquiler turístico en la zona".

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El alquiler vacacional es evidente en el barrio. Conviven con turistas, con edificaciones que tienen aspecto de hotel en horizontal, incluso con algunos servicios vinculados a los establecimientos puramente turísticos como el alquiler de motos.

Esta vecina tiene motivos para sospechar que detrás de esta nueva venta hay una clara intención de lucro a través del alquiler vacacional. Su casa colinda con once adosados que durante el invierno están deshabitados y, ocupados por turistas durante los meses de verano. Precisamente denuncia que una de las piscinas de estos chalets está ubicada "a menos de un metro de su terraza" que se ha visto obligada a "tapiar".

Por su propia experiencia no tiene ninguna duda de que detrás de esta compra se sigue el mismo patrón: "invertir para reformar y alquilar a turistas".

Un solar que los vecinos de la barriada solicitaron a la parroquia para destinarlo a usos comunitarios. La Iglesia prefirió mantenerlo cerrado y sin uso durante 40 años. Durante años y fruto del deterioro que iba acumulando el solar esta vecina decidió denunciar en varias ocasiones por suciedad y por la presencia de okupas en la propiedad.

Otra vecina de la zona, Aina, denuncia el impacto que están teniendo estas nuevas edificaciones que "rompen por completo la fisonomía del lugar". La transformación que viene padeciendo el barrio de Génova lo convierte, dice, "en un lugar turístico más". Una realidad que incluso le ha hecho plantearse "vender y buscar otro lugar para vivir".

El párroco de Génova se defiende

Tras conocer que el solar es propiedad de la parroquia nos hemos puesto en contacto con el actual sacerdote responsable, Antonio Vera, que defiende que detrás de la venta únicamente está "la necesidad de reformar la iglesia". Niega que hayan querido sumarse al "auge especulativo que vive la zona". El momento elegido lo marca, dice, "la situación de ruina que tiene la parroquia, no el aumento de los precios de las viviendas".

Vera dice "desconocer el importe por el que se ha efectuado la venta" pero calcula que "está por encima del valor que estiman para la reforma, superior a los 300.000 euros".

Una versión que no convence a los vecinos que tienen claro que de forma directa o indirecta la Iglesia contribuye a ampliar el negocio vinculado a la especulación inmobiliaria.