Lorenzo Hervás, candidato a hermano mayor de San Bernardo
La cofradía del Miércoles Santo celebra elecciones el próximo mes de junio
Imagen del perfil en Twitter de la candidatura de Lorenzo Hervás a hermano mayor de San Bernardo / @Lorenzo_SanBern
Sevilla
Lorenzo Hervás Ramírez, hermano de San Bernardo desde 1965 y en la actualidad el número 151 de su nómina, ha presentado su candidatura a ser el nuevo hermano mayor de la corporación del Miércoles Santo en las próximas elecciones que se celebrarán en junio de este año y en las que competirá en las urnas con Francisco Javier Gómez, actual teniente de hermano mayor de la cofradía.
Bajo el título genérico de 'Un camino para la ilusión', Hervás resume su amplio proyecto en un documento de diesz puntos entre los que llama poderosamente la atención algunos aspectos como los relativos a los hermanos costaleros. Afirma que su candidatura va a "garantizar que todos los hermanos costaleros que formen la cuadrilla, así como los aspirantes a ella, cumplan una serie de requisitos que se han reflejado en un Estatuto de los Hermanos Costaleros".
"Para ello", prosigue, "una de las medidas es que se exigirá ser hermano y tener como mínimo 2 años de antigüedad a la fecha de la igualá. Habrá una lista de aspirantes que controlará la junta de gobierno y podrá ser revisada por cualquier hermano interesado que lo necesite".
Decálogo de intenciones
En primer lugar, ser hermano de la Hermandad de San Bernardo y cumplir los requisitos exigidos, con la experiencia de nueve años como miembro de la Junta de Gobierno y un dilatado recorrido como hermano de a pie.
En segundo lugar, contar con un buen equipo, cargado de ilusión por hacer realidad una renovación necesaria para modernizar sus estructuras como asociación de personas, adaptándolas a los tiempos, y recuperar formas y actitudes, de las que, esta Hermandad, debe ser depositaria, entre ellos, la igualdad de todos los hermanos. Atención preferente a la juventud ´, depositarios del futuro de la Hermandad y su motor más potente.
En tercer lugar, el haber elaborado un proyecto de futuro para que todos los hermanos lo puedan conocer y valorar antes de las próximas elecciones, y devolverles, así, su protagonismo como el más importante patrimonio que tiene la Hermandad.
En cuarto lugar, estudiaremos y prepararemos nuestros cultos, misas de hermandad y Jueves Eucarísticos, para dar mayor presencia y participación de los hermanos, conservando la forma tradicional de realizarlos, pero también adaptados a los tiempos.
En quinto lugar, propiciando una forma de actuar distinta, que nos acerque a las alegrías y también a los problemas del barrio que nos acoge desde la fundación de la Hermandad.
En sexto lugar, para poner en marcha proyectos de Caridad y asistencia social comprometidos, cercanos y acordes con los tiempos que nos ha tocado vivir, con transparencia total en el movimiento de recursos humanos y materiales, y en el logro de los objetivos.
En séptimo lugar, para que la formación y la información sean objetivos fundamentales, con la ayuda y, en algunos casos, el protagonismo que deberán tener las redes sociales, pero sin que ello robe un minuto del contacto directo entre los hermanos. Siempre será un complemento necesario en estos tiempos, pero nunca algo que elimine o reduzca el conocimiento entre los hermanos.
En octavo lugar, para marcar un nuevo estilo de transparencia en la gestión de la Hermandad: en los proyectos que se ejecuten, en el compromiso irrenunciable del mantenimiento del patrimonio, en la justificación de cuentas y presupuestos anuales y en la aportación obligatoria de los programas, a tres años, de las nuevas juntas de gobierno, para conocimiento de todos los hermanos, con anterioridad a la celebración de unas elecciones.
En noveno lugar, para que la salida procesional no sea el único fin, sino la culminación de todo un año de vivir en “hermandad” en el que poder desarrollar el contenido de un proyecto de futuro meditado, siempre, con el respeto debido a la tradición, que nunca será un obstáculo para avanzar en la Hermandad del siglo XXI.
En décimo lugar, para que la Cofradía en la calle, recupere el estilo que los hermanos decidan que debe tener, fieles a su origen como Hermandad del barrio de San Bernardo, que deberá traducirse en la forma de andar, el exorno y el acompañamiento musical de sus Pasos, siempre con la mayor exigencia de calidad y sin que nada ni nadie, únicamente los hermanos, indiquen el rumbo en cada momento.
