Las víctimas de García-Roldán ratifican su versión ante el juez
Una familia afirma que el empresario se quedó con 30.000 euros para de casa adaptada para un menor discapacitado
Palma
Las víctimas de la presunta estafa urdida por el promotor inmobiliario Carlos García-Roldán continúan compareciendo estos días en dependencias judiciales para explicar su caso. El juzgado de instrucción número once de Palma lleva semanas tomando declaración a los 240 afectados por la venta de casas sobre plano que nunca se llegaron a construir. El considerado cerebro de la presunta estafa, conocido como Charly, fue arrestado la semana pasada en Colombia. Dos de sus colaboradores más cercanos permanecen en prisión preventiva en la cárcel de Palma.
Este miércoles cuatro familias prestaron declaración ante el juez que instruye el asunto. Un matrimonio explicó al magistrado que el empresario se quedó con la señal de 30.000 euros que dieron para una casa que García-Roldán les prometió que se podría adaptar para su hija discapacitada. La familia quería una vivienda que mejorara las condiciones de movilidad de su hija menor y se lo explicaron al presunto estafador, que no dudó en quedarse con los 30.000 euros de reserva del piso.
También declaró un hombre que desembolsó 71.000 euros de señal para hacerse con una vivienda. Una cantidad que, como el resto de las víctimas, ha desaparecido sin que los cimientos de la casa se llegaran a poner. El juez está citando a las víctimas por grupos para recoger su testimonio. Por el momento, la presunta estafa alcanza a 240 familias y supera los cinco millones de euros.
García-Roldán espera en una cárcel de Colombia a que se resuelva su extradición. En la cárcel de Palma se encuentra el que fuera su socio, el empresario inmobiliario Michele Pilato, a quien los investigadores consideran la mano derecha de García-Roldán. A través de su agencia inmobiliaria Palma Investments se comercializaron los pisos fantasma del promotor.