Regateo
Gotzone Butron
Bilbao
El anciano se acerca al cuadro de un joven al que conoce. Le desconcierta su sonrisa. Parece una broma de mal gusto en la sala designada con la letra P de Piedad. En el siglo XIV aún no dominaban la técnica de la expresión facial, piensa.
Hay algo que nadie sabe, susurra a la imagen, me escapé con todo el dinero. No estuvo bien, ya lo sé, aunque... puedo hacer una donación a la iglesia. Una suma considerable, ¿qué opinas?
Al no obtener respuesta, da un manotazo y estampa la obra contra el suelo. Encima, ¡¿te ríes?!