Purina ya tiene su placa en la Casa Rosada

Gijón

"Trabajó por el bienestar de la infancia con abnegada dedicación maternal hacia todos los niños que tuvo bajo su custodia, a los que amó, educó y cuidó como propios; con jornadas interminables de 24 horas al día, siete días a la semana y 365 días al año, sin vacaciones ni descansos hasta el último día de su entregada vida". Este es el texto que se puede ver en la placa colocada en el lateral de la casa Rosada, antiguo Hogar Maternal, que rinde homenaje a la que fue su directora durante más de tres décadas: Purificación López García, conocida como Purina.

La gijonesa, de formación enfermera y puericultora, gestionó el edificio que venía a complementar la labor de la Gota de leche y tuteló a los casi treinta menores que allí estaban internos, muchos de ellos huérfanos o con familias con dificultades económicas. El sobrino nieto de Purificación López, Pedro López Ferrer, ha estado  en Hoy por Hoy Gijón.

Pasado y presente

El tributo, que llega más de tres décadas después del fallecimiento de “Purina”, quiere poner el foco en su entregada gestión en una época, la de la postguerra, que fueron de especial dureza para niños y mujeres en la ciudad.

El Hogar Maternal albergaba, además de un comedor para las mujeres antes y despues del embarazo, una guardería para hijos de trabajadoras, una escuela de madres y un internado para niños huérfanos o con familias sin recursos donde podían estar de los tres a los 18 años.

El edificio es actualmente un centro administrativo del ayuntamiento con dependencias de las concejalías de Urbanismo y Mantenimiento Urbano y Rural, mientras que la Gota de Leche ha cedido sus espacios a la Fundación Municipal de Servicios Sociales.

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