Alquimia emocional
Saro Díaz
Bilbao
Solo el dolor de mis pies hizo que me detuviera ante la Canastilla de flores. Estaba cansada e hice como que observaba con deleite semejante ejemplar de convencionalismo pictórico. Pero por alguna razón, quizás por puro agotamiento, empecé a penetrar en la desordenada armonía de aquella cesta de flores hasta descubrir el ansia de belleza que denotaba mi espíritu. Al cabo de un rato había olvidado el cansancio y mi mente parecía enumerar -soñadora- las cosas buenas del mundo, entre las cuales y no en último lugar se contaba aquel convencional cuadro capaz de cambiar estados de ánimo.