"El testamento vital es la mejor prevención para el duelo"
Dos médicos bizkainos realizan sesiones formativas en centros de salud, con grupos vecinales y en centros sociales para agilizar la elaboración del documento de voluntades anticipadas. En Euskadi, hasta octubre de 2018, se contabilizaron 23.347 documentos registrados
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Bilbao
Víctor Landa ha sido médico en Basauri durante más de 35 años. Junto a Jesús García, en activo en un ambulatorio de Sestao, lleva dos años y medio "agilizando por su cuenta" la realización del registro de las voluntades anticipadas, que considera "el mejor regalo que puedes dejar a tus seres queridos porque les ahorras un montón de problemas". El también llamado testamento vital puede realizarse ya en los ambulatorios pero, a su juicio, aunque la idea es buena "el modelo que propone Osakidetza no es factible" partiendo del hecho de que los profesionales no conocen bien el documento y el modelo en sí es demasiado abierto. Actualmente (octubre 2018), el Registro Nacional de Voluntades anticipadas contabiliza 23.347 documentos de personas del País Vasco. Algo más de diez por cada 1.000 habitantes.
En estos dos años y medio, Landa y García han formado a sanitarios en 60 centros de Salud y han realizado encuentros convocados por colectivos culturales y asociaciones vecinales de Bizkaia. En una o dos sesiones han dado cuenta de que en el entorno del final de la vida "quedas sin capacidad de decidir y es importante dejar por escrito qué quieres o no quieres en esa situación". En el documento que trasladan, además, incluyen la decisión sobre la eutanasia, en caso de que sea legalizada. En total, aproximadamente 2.000 personas les han escuchado (1.000 sanitarios) y 504 han firmado ya su documento, que para Victor Landa "es determinante". A su juicio, alguien que se plantea el final de su vida "va amarrando cosas y evita dejar a la interpretación de los seres queridos sus propios deseos", eliminando, así, problemas añadidos a la muerte y complicaciones en el duelo.
Según Landa, en las sesiones realizadas la mayoría de las asistentes son mujeres que rondan los 50 años. Considera que "debería incentivarse la realización de este documento en menores de 30 años" porque "la posibilidad de un accidente, un coma o un estado vegetativo está ahí y le puede pasar a cualquiera". Cree Landa que es interesante pensar que nos vamos a morir aunque tengas 30 años porque esa perspectiva da un cambio a tu vida y a tus valores.