En Barcelona, no hay patinetes compartidos
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Usuario de un patinete eléctrico en Barcelona, con agentes de la Guardia Urbana / Quique García (EFE)
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Barcelona
Barcelona modificó la ordenanza de circulación el año pasado para regular los patinetes eléctricos en la ciudad. Se estableció que estos vehículos de movilidad personal no pueden ir a más de 25 kilómetros por hora, que sólo pueden circular por los carriles bici y por las calles peatonales o donde la velocidad está limitada a 30 kilómetros por hora y en ningún caso pueden circular por las aceras. Hasta el mes de septiembre, el Ayuntamiento había puesto ya 1.200 multas a usuarios de patinetes eléctricos este año, la mayoría por circular de forma imprudente.
En Barcelona se permite que los ciudadanos vayan en su propio patinete. Si lo alquilan en algún local o tienda, hay condiciones: por ejemplo, que los vehículos tienen que estar registrados, que los usuarios tienen que llevar casco e ir acompañados de un guía. Lo que Barcelona no permite es que haya patinetes eléctricos de alquiler compartido, los que algunas empresas reparten y dejan aparcados en diferentes puntos de la ciudad y los ciudadanos pueden desbloquear a través de una aplicación móvil