Final de año complicado para la consellería de Sanidade
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Cacerolada del personal de Urgencias de CHUS en demanda de medios humanos y materiales / EFE
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Santiago de Compostela
La dimisión en bloque del 80% de los jefes de servicio del área sanitaria de Vigo no es el único frente abierto en la consellería de Jesús Vázquez Almuiña. En las últimas semanas se suceden en Galicia las protestas de profesionales de la sanidad de diferentes especialidades.
Personal del servicio de urgencias del Hospital Clínico Universitario de Santiago (CHUS) ha arrancado ya su quinta semana consecutiva de huelga entre lunes y jueves, una huelga que se mantiene con un 100% de servicios mínimos, para no afectar a los pacientes, pero que ha logrado una gran unanimidad entre los profesionales. Reclaman más medios humanos y materiales. Al menos cinco facultativos más y también profesionales de enfermería y auxiliares.
Critican que hace más de un año se realizara una ampliación de espacio en el servicio de urgencias que no se está amortizando. Lamentan que cada vez más pacientes tengan que esperar largas horas antes de ser subidos a planta, en ocasiones, en malas condiciones, en los pasillos del servicio.
La protesta ha provocado también cambios en el organigrama del área sanitaria de Santiago. El coordinador de urgencias, Francisco Rascado, presentó su renuncia horas antes de dar comienzo la primera jornada de huelga. A finales de noviembre, dimitió el número 2 de la gerencia de Santiago, Antonio Álvarez, que fue sustituido por el cardiólogo Alfonso Varela, nuevo director de Procesos Asistenciales del área de Santiago y Barbanza.
Trabajadores de los PAC también han llevado a cabo varias jornadas de huelga los martes, viernes y domingos desde el 16 de octubre al 11 de noviembre.
Quisieron trasladar así a los ciudadanos gallegos que la Xunta mantiene una actitud cicatera con un servicio que resuelve las urgencias de miles de personas, cuya demanda no ha dejado de crecer y al que Sanidade no dota de medios en consecuencia.