1 de Noviembre
Josemi Arribalzaga
Bilbao
En Todos los Santos siempre llueve, hoy también, me gusta la lluvia. Avanzo lentamente por el sendero sin fijarme en las flores y las esculturas, parece que no quiero llegar. He cerrado el paraguas, dejo que la lluvia caiga sobre mi cara y se mezcle con mis lágrimas. Los que se crucen conmigo pensarán que es raro que me moje llevando un paraguas en la mano, pero no me verán llorar. Ya estoy delante del lugar en que me despedí de ella por última vez. Ahora le contaré todo lo que ha pasado desde que, hace tres meses, nos dejó.