Paralizan el desahucio de una familia dependiente de Llucmajor
Los 14 miembros se vieron abocados a ocupar un chalet vacío hace un año ante dificultades económicas
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Cadena Ser
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Palma
Paralizado el desahucio de una familia de 14 personas, más de la mitad dependientes, que estaba previsto para este lunes en Llucmajor. La familia ocupó hace un año un chalet que estaba vacío ante los problemas económicos que tenía. Han estado malviviendo, sin agua y en condiciones insalubres hasta este lunes, cuando estaba previsto el desalojo. Finalmente la entidad propietaria del chalet, Abanca, se ha comprometido con el Govern a frenar sin fecha el desalojo para dar tiempo a que se encuentre una solución para los inquilinos.
El próximo día 13 los servicios sociales del municipio se reunirán con los miembros de la familia para tratar de buscar una solución a su situación. Todos sus miembros padecen algún tipo de enfermedad, aunque seis de ellos tienen una dependencia severa y dos de un grado algo más leve. Las soluciones pasan por pisos sociales o plazas en residencias fuera del municipio. El teniente de alcalde Bernardí Vives, afirma que trabajarán con el IBAVI y la Conselleria de Asuntos Sociales para dar una salida a la familia, que tenía desde el mes de junio una orden para desalojar la casa.
Desde la plataforma Stop Desahucios aseguran que el juzgado que ha ordenado el desalojo ni siquiera escuchó los argumentos de los inquilinos. Además, critica que el Ayuntamiento de Llucmajor cortara el agua en varias ocasiones sin enviar antes un trabajador social al inmueble. Francisco González, exconcejal del municipio que ha ayudado a la familia en los últimos días, afirma que la familia vive en malas condiciones y ha tenido que afrontar la muerte de uno de sus miembros el pasado viernes. Todos viven de las pocas pensiones contributivas que cobran algunos de ellos y del trabajo de dos de sus miembros.
Trinidad Cortés, miembro de la familia, recuerda que no están viviendo en la casa por gusto y que se vieron abocados a la ocupación ante la falta de recursos económicos. Los vecinos afirman que la familia no ha dado problemas en todo el tiempo que ha estado viviendo en la casa. Catalina señala que el inmueble fue ocupado por vándalos hace unos años y después de que le prendieran fuego fue abandonado. Lamenta que quieran echar a una familia "con tantos problemas y que no molesta a nadie".