El drama de la peluquera
La Audiencia Provincial juzga a un matrimonio acusado de estafar más de 65.000 euros a una amiga con un falso pretendiente
Momento del juicio por la estafa del falso novio en la Audiencia Provincial / CADENA SER
Zamora
Un matrimonio zamorano, Tamara y Roberto (camarera en paro y autónomo de la construcción) se enfrentan a una condena de entre 3 y 5 años de prisión por estafar a una amiga, peluquera de profesión y con dos hijos en el momento de los hechos, a la que sacaron más de 65.000 euros con un falso pretendiente, del que nunca tuvo más contacto que lo que le decía su amiga, ahora acusada, y unos mensajes de móvil de un ser inexistente, pero con nombre: Marcos.
Los acusados han negado, de manera firme, todos los hechos ante el tribunal. Su abogado ha reclamado su absolución y ha tratado de demostrar que todo es una invención de la denunciante.
Pero la peluquera no pareció dudar en su relato de hechos ante el Tribunal de la Audiencia Provincial. Y en ese relato contó que todo empezó a partir de una conversación telefónica de madrugada con la acusada Tamara, un día de julio de 2015, en la que intercambiaron confidencias.
Más allá de lo profesional, se estableció una relación de confianza en la que la acusada le contó a la peluquera (en aquel momento separada de su matrimonio anterior y sin ninguna relación sentimental) que Marcos estaba interesada en ella. Un personaje con el que sólo la acusada tenía contacto, estableciendo todo tipo de excusas para que ambos ni hablaran ni se vieran.
Eso no evitó que el inexistente pretendiente la agasajara el día de su cumpleaños, a través de sus amigos comunes. Que a su vez contribuyeron a que ella hiciera lo propio con él en su cumpleaños (una visita al Spa y unas gafas de sol de marca).
Y cuando en algún momento había una opción para una primera cita, conocerse y cenar, surgía la anulación y la justificación de la acusada: tenía muchas ocupaciones de negocios. Y ahí, según el relato de la peluquera denunciante, empezó a ejecutarse la estafa como tal.
Marcos empezó a tener problemas y la amiga común se lo contaba a la incauta peluquera y la conminaba a ayudarlo, siempre con la garantía de la solvencia del pretendiente y la promesa de devolución del dinero.
Primero fueron 3.000 euros por un problema de liquidez. Luego otros 1.200 euros para pagar una multa. Después, consolidado el enredo, la cifra subió a 34.000 euros (prácticamente todo lo que tenía) para contribuir a los cuidados especiales de una enfermedad terminal de la madre de Marcos. Incluso entregó las joyas de su boda y los últimos 6.000 euros que le quedaban en la cuenta.
Pero todo eso no llegaba, y bajo la urgencia de unas graves amenazas que pendían sobre la familia del pretendido Marcos, por un asunto de deudas, la peluquera llegó a pedir un préstamo a un amigo del pueblo, 21.000 euros, para evitar la tragedia que le contaba su amiga y confidente y Tamara.
En total, había contribuido con más de 65.000 euros para solventar los problemas de Marcos. Y cuando ¡al fin! se iban a ver y conocer, tal día como hoy, un 28 de noviembre de 2015, él comunicó que rompía con todo. El pretendiente inexistente desapareció y la peluquera fue consciente del engaño.
“Me quedé con 60 euros en la cartera y dos hijos”, dijo hoy con un leve amago de sollozo ante el tribunal de la Audiencia Provincial en la parte final de su relato.
La acusación (3 años pide la Fiscalía por estafa y 4 años y medio por estafa y 6 meses por blanqueo de capitales reclama para el matrimonio Tamara-Roberto la acusación particular) afirma que los acusados, entre otras cosas usaron parte de ese dinero para comprar un coche nuevo por 34.000 euros.
La defensa pide la absolución de los acusados, cuestionando el relato de la peluquera y apelando a una situación inventada.
