El bochorno definitivo
El ridículo en el derbi, el enésimo del Sporting esta temporada, sentencia definitivamente a Rubén Baraja y agranda la crisis rojiblanca
![](https://cadenaser.com/resizer/v2/ZCGAM6WU5JMF3J4KJGPL7F4RF4.jpg?auth=b2038bd823f85020cfa03cbf05f395bfb05e54d5d6edb7a99026b6bbb17c89bf&quality=70&width=650&height=487&smart=true)
LaLiga.es
![](https://cadenaser.com/resizer/v2/ZCGAM6WU5JMF3J4KJGPL7F4RF4.jpg?auth=b2038bd823f85020cfa03cbf05f395bfb05e54d5d6edb7a99026b6bbb17c89bf)
Oviedo
Por favor, no nos engañen más. Señores dirigentes, director deportivo, entrenador y jugadores del Sporting, no sigan. Ya por compasión. Asuman el desastre y dejen de edulcorar una realidad dramática: este Sporting no hay por dónde cogerlo. Ni como club ni como equipo. El ridículo del derbi no hizo más que confirmar la gravísima crisis que vive esta entidad, que necesita una regeneración integral, de personas y de valores, antes de que sea demasiado tarde. Pero mientras sigan en sus puestos, solo cabría pedir que al menos no vendan humo. Porque lo que sí tienen es un buen incendio. Lo apagarán con la destitución de Rubén Baraja, que está absolutamente amortizado, pero la pregunta es si todos los males se arreglarán con eso. La respuesta parece evidente: no.
La temporada pasada volvieron los derbis a Asturias. Pero solo los juega el Oviedo. El Sporting, sencillamente, se presenta. Un derbi se afronta con intensidad, con orgullo, con coraje y, si se tiene, con fútbol. Pero el equipo gijonés carece de todo ello. El Oviedo le pasó por encima en la primera mitad y le permitió respirar un poco en la segunda, cuando bajó el nivel de intensidad (voluntariamente) y permitió al flojísimo equipo de Baraja disfrutar de más posesión de balón. El resultado final, maquillado con el penalti, fue engañoso. El Sporting volvió a ser, una vez más, muy inferior al eterno rival.
Tanta palabrería durante la semana, tanta supuesta conjura, tanto apelar al orgullo para ver al Sporting que se vio en la primera parte en el Tartiere. Un equipo caótico, desordenado, que perseguía sombras, que no daba dos pases seguidos, que rifaba la pelota una vez tras otra (rara vez dentro de los límites del terreno de juego) que no tiró ni una vez a puerta y que en 8 minutos lo tiró todo por la borda. Lo de la defensa, eso que Baraja parecía trabajar tan bien, fue de traca.
El Oviedo, ese equipo sumido en problemas, parecía un huracán al lado del Sporting. Si algo tienen los azules es empuje. Y más ante el Sporting. A los seis minutos Ibra marcaba en un remate acróbatico después de varios rebotes en el área. Cinco minutos después Diego Mariño evitó el segundo en una escandalosa falta de entendimiento entre el portero y Álex Pérez. Saúl Berjón no aprovechó el regalo. Pero no perdonó Alanís en el minuto 14, rematando a placer y sin oposición alguna de los rojiblancos una falta lateral botada por Berjón.
![](https://cadenaser.com/resizer/v2/XFNW6HLK6FLSDAGXGMNBL27INY.jpg?auth=602a7c5d7c87b64b4dd05937809637f36a61b357145deffa10bd7d6ea222d88d&quality=70&width=650&height=487&smart=true)
LaLiga.es
![](https://cadenaser.com/resizer/v2/XFNW6HLK6FLSDAGXGMNBL27INY.jpg?auth=602a7c5d7c87b64b4dd05937809637f36a61b357145deffa10bd7d6ea222d88d)
LaLiga.es
Sentenciado el partido, el Oviedo pareció apiadarse del Sporting. Sabía que no necesitaba mucho más. Retiró Anquela a Saúl Berjón, el equipo esperó en su campo, le dio la pelota a un Sporting que casi nunca supo qué hacer con ella y fió su suerte a un contragolpe. Solo llegaron los apuros cuando Neftali fue derribado en el área en una acción puntual y Carmona marcó el 2-1 a 17 minutos del final. No sirvió para nada, porque fue el único tiro entre los tres palos en todo el partido. Lamentable. Baraja, en su línea, fue incapaz de cambiar nada. Desesperó a la afición cuando solo se le ocurrió quitar a Cristian Salvador para dar entrada a Cofie. Cambios por el libro, esperables, como casi todo lo que hace un entrenador cuadriculado, que nunca se sale del guión. Plano. Incapaz de transmitir nada a un equipo agonizante y a una afición harta.
Caerá Baraja y quedarán en evidencia una vez más la incapacidad de un presidente como Javier Fernández, que está apadrinando y tolerando la caída en picado de la institución, en el año en el que como lema se eligió 'revive tus valores'. Y junto a él un director deportivo que lo ha hecho todo mal desde que llegó a Gijón. Mala está siendo su gestión y terrorífica puede ser la herencia que deje Torrecilla. Solo lo sucedido en el derbi podría ser motivo de destitución o dimisión: los cinco descartes de Baraja fueron fichajes del pasado verano. Los que iban a dar rendimiento inmediato al equipo.
![](https://cadenaser.com/resizer/v2/SS4A76TQL5NTLHOAJUWZRVPXJM.jpg?auth=cfebd83ed8a6239f4f60c30daad1804b722d4621e5988c2273de5c137263d4aa&quality=70&width=650&height=487&smart=true)
LaLiga.es
![](https://cadenaser.com/resizer/v2/SS4A76TQL5NTLHOAJUWZRVPXJM.jpg?auth=cfebd83ed8a6239f4f60c30daad1804b722d4621e5988c2273de5c137263d4aa)
LaLiga.es
El fin justificaba los medios, decía Torrecilla. El fin del Sporting puede ser catastrófico. En este momento solo cabe pensar en que José Alberto López sea capaz de cambiar algo y empezar a sumar puntos para evitar caer a puestos de descenso. Y dejar de vender humo.
![David González](https://s3.amazonaws.com/arc-authors/prisaradio/330cd4c5-89db-4572-bfdd-e52f8c597b9a.png)
David González
Vinculado a SER Gijón desde 1998. Director de SER Deportivos Gijón y voz de los partidos del Sporting...