"En la información sobre ciencia falta reposo y profundidad"

Vigo

Desde el colegio, desde que somos pequeños, la ciencia aparece en nuestras vidas como fórmulas matemáticas, químicas y físicas; memorizamos sin ver más allá de los números, de los fenómenos que nos rodean. Mientras el arte o la literatura son consideradas materias cultas, las que engloban las ciencias se alejan de ese adjetivo.

Esa rémora nos lleva al tratamiento de la información científica por parte de los medios de comunicación. Leonor Pacero, presidenta de Divulgacción, insiste en que "falta reposo y profundidad" en estos temas, algo que sólo se salva cuando saltamos el titular y nos metemos a fondo en el cuerpo de la noticia.

Sobre esa construcción de la noticia, el titular se convierte, muchas veces, en el mayor enemigo, especialmente cuando se habla de biomedicina. Se busca el impacto con una frase llamativa y, muchas veces, "se habla de estudios pero el periodista se queda en una anécdota que, quizás, no es precisamente lo más importante del estudio", insiste Pacero.

Enfrente del medio de comunicación está el consumidor de dicha información. Es él, muchas veces, el que tiene que saber (y aprender) a analizar lo que recibe: saber quién se la cuenta, fiarse de los nombres de confianza (periodistas científicos y divulgadores) y ser selectivo a la hora de consumir según qué medios: no es lo mismo un periódico que un foro, ya que los mecanismos de la prueba sobre la veracidad cambian de manera radical.