Rafael Granados: "Ser joven, con dinero y sin freno te lleva a la ruina"
La vida de este deportista estuvo marcada por una infancia dura en la que luchó por ruinir a sus hermanos tras el fallecimiento de sus padres
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ENTREVISTA DE LA SEMANA RAFAEL GRANADOS
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Córdoba
Rafael Granados es un atleta forjado en una infancia dura. Granados es el mayor de 5 hermanos de una familia desestructurada por situaciones de la vida. Pronto tuvo que ingresar en un centro de acogida, pero con el objetivo de salir cuanto antes y poder juntar a 4 hermanos. Rafael Granados tuvo que esperar hasta los 18 años, que salió del piso de acogida, para volver a juntar a sus hermanos y buscarles un trabajo. La primera desgracia no tardó en venir a su vida, su madre falleció después de luchar con una enfermedad y poco después falleció de su padre en un accidente de tráfico. De ahí, los cinco hermanos recibieron un dinero comenzaron a llegar los problemas. Alejado de invertir el dinero el algo provechoso, Granados acabó inmerso en el mundo del alcohol y la droga llegando a pasar por prisión.
Fueron unos años duros para toda la familia. Rafa Granados estaba metido en un bucle que no tenía salida. Alcohol, drogas, fiestas no había nadie que realmente le pusiera freno a la situación y que le hiciera ver la situación en la que se estaba metiendo. Conoció a un señor que vendía coches de importación traídos de diferentes puntos de Europa. Los vehículos venían cargados de droga. Rafael le prestó un dinero al vendedor de vehículos y ante la negativa de devolvérselo el problema desembocó en la entrada en prisión tras tomarse la justicia por su cuenta.
Por esos años, Ana María, la que era su novia y ahora su mujer, luchó sin descanso para que saliera del oscuro mundo en el que se había metido. La cárcel y su hijo le hicieron retomar su vida. Rafael Granados estuvo en prisión seis meses y salió con la condicional. En ese tiempo empezó a correr en el patio de la cárcel. Se convirtió en el primer preso en correr 100 kilómetros en una prisión y desde entonces, ya en régimen de semilibertad, ha participado en decenas de carreras de ultrafondo. Cuando salió con la fianza, seguía haciendo lo que tanto le había ayudado en la prisión a tener la mente ocupada y las ganas de seguir adelante, y cambió su vida porque decidió dedicarse lleno al deporte y a ayudar a los que le necesiten.
Rafael que tal, muy buenas
Buenas tardes
Bueno pues, Rafa una vida en cierta medida marcada, se podría decir por el deporte
Si bueno, por todo, el deporte es lo que realmente ha sido fundamental para el cambio mío, en todos los aspectos.
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Porque Rafa, la infancia muy dura, desgraciadamente su madre, por un problema de salud falleció pronto. Su padre, no hizo la labor de padre, como se esperaba. Y como mayor de cinco hermanos, tuvo que hacerse cargo de todos
Bueno, fue un cúmulo de todo, un poquito. En principio nosotros vivíamos en una casa, como cualquier otra familia, sí que es verdad que un poco desestructurada. Por desgracia mi padre no estaba en condiciones, como cualquier padre, como estoy haciendo por ejemplo ahora mismo yo con mis hijos y mi madre por supuesto tampoco. Mi madre estaba enferma, de hecho mi madre murió con 36 años, tenía yo 16 que estaba en el piso de acogida. Mi padre por circunstancias de la vida, tampoco estaba en condiciones de hacerse cargo de nosotros, por lo que se hizo cargo la Junta de Andalucía. Si que es verdad que al cumplir la mayoría de edad, con 18 años, pues por suerte, tanto en el colegio donde estuve, como en el piso de acogida, buscan trabajo, empecé a trabajar con 16 años y todo lo que firma Bernardo Soldado que es el tutor mío, que a día de hoy todavía ejerce como segundo padre, sin menospreciar a mis suegros que por supuesto son para mí como mi madre y mi padre, porque llevo muchísimos años con mi mujer. En ese momento fue el que me inició un poco en la sociedad, en el trabajo…el junto con Ana Gómez que me conoció antes en los colegios internos. Con esas dos personas tuve ese referente de padre y madre, gracias a Ana Gómez como madre y gracias a Bernardo como padre. Sí que es verdad que cuando salimos de la casa de acogida con 18 años, del piso, mayor de edad, pues te encuentras en la calle, aun contando con su apoyo, de estas dos personas, independientemente estando fuera de los colegios internos, me han estado ayudando prácticamente hasta hace nada, en el sentido de apoyo, como padre y madre. De hecho para mí son como mi padre y mi madre.
De confianza, por trato, por consejo…
Claro porque si al fin y al cabo necesitamos todos de todos y hoy en día tengo 42 años, en ese momento, somos niños de 16 años e independientemente de la vivido, que no se puede comparar la situación de un niño de hoy día, como por ejemplo mi hijo a día de hoy con 17 años, con la situación que yo viví prácticamente desde que nací. Sí que es verdad que me hice la cabeza visible, o bien porque me tocaba, porque era el mayor, de tirar para adelante un poquito con ellos, con los cinco. Compré un piso, conforme iban pasando la edad, los iba sacando de los pisos de acogida y colegios, hasta que por fin estuvimos todo fuera. Pero por circunstancias de la vida, aun teniendo esos apoyos de estas dos personas fuera y mi hermana también tenía el apoyo lo educadores pero es que estábamos solos. La vida no es fácil, un nene con 18 años con un poquito de dinero sin que nadie te ponga freno, pues te lleva hasta donde en mi caso me llevó, a la ruina total, a entrar en prisión. Que la prisión está ahí para todos, pero hay maneras de entrar y a mí me llevó de la manera más fea. Me pusieron como ajuste de cuentas, en relación con todo lo que lleva la noche. Ahora ya con 42 años te das cuenta de las cosas después de lo vivido y te das cuenta de que hay gente que te decía que te estabas equivocando, pero si cuando llegas a casa con esa no tienes a nadie que te guíe pues pasa esto.
Más tarde, se ve con dinero, sin nadie que controle…
Sí, tras salir de los colegios internos mi madre murió y más tarde murió mi padre en un accidente. Fue el detonante des todo, porque por aquel entonces nos dieron cinco millones de pesetas a casa hermano, y ya te puedes imaginar. Solo en la calle, sin nadie que te diga nada y con cinco millones en el bolsillos, pues imagínate. Yo no supe aprovechar ese dinero como debía, a lo mejor quise vivir lo que no había vivido antes o quise vivir demasiado rápido muchas cosas, a día de hoy todavía no sé el motivo de por qué me desvié tanto en tan poco tiempo. No sé si porque haber estado cuidando a mis hermanos necesitaba vivir la edad de 18 años por mi cuenta, no lo sé. No son ni mucho menos excusas, pasó y ya está. Por suerte siempre tuve los pies en el suelo y he apechugado con lo que me ha venido. Una vez que ya me vi dentro de prisión si que me di cuenta de que eso no es para mí. El daño está hecho y si estás de acuerdo en que no quieres estar ahí, aunque suene mal, tiene estar dispuesto a morir si realmente sabes que eso no es lo tuyo.
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Debe ser muy duro verte con 23, ya conociendo a la que ahora es tu mujer y además estando embarazada y tener que entrar en prisión. ¿Fue ese el momento en que se planteó que estaba haciendo con su vida?
Fue uno de los momentos, pero previamente yo ya estuve dos años viviendo en casa de mis suegros. Ellos me acogieron como un hijo más, pero por circunstancias la noche me tiraba mucho más, bebía, drogas…a lo mejor me iba un día de fiesta y no aparecía en tres días. Hasta que llegó un momento en el que mis suegros me dijeron que en su casa mandaba él y cogí y me fui a mi piso. Ahí fue otro detonante más ya que no me privaba de nada. Cuando vivía en casa con ellos me privaba de poco, pero me privaba, pero estando solo otra vez… salía todas las noches, mi mujer me iba a buscar a los lugares donde sabía que podía estar y bueno...
¿Ha sido clave, Ana María, su mujer para salir de esta situación?
Ella no es que haya sido clave, es que si yo no llego a conocer a esa persona, posiblemente estaría como tras muchas personas que han pasado por una situación similar a la mía. Yo siempre he sido muy positivo y siempre he tenido esta mentalidad, pero todas las personas que somos así, fuertes aparentemente, tenemos un punto de debilidad y es que cuando nos da el bajón de verdad, lo mismo que somos fuertes somos muy muy débiles. Yo tuve un bajón dentro de prisión y si no llego a tener a Ana María de mi lado, otro gallo cantaría.
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Pese a todo, Rafa, ¿ella nunca dudó en estar contigo?
Ella lo ha pasado muy mal, posiblemente peor que yo. Tú está dentro y egoístamente te preocupas de ti nada más. Tú no sabes lo que la opinión pública dice ni nada. Ponte en su pellejo, una chavala con 22 añitos, joven guapa, embarazada y ahora con un personaje que es Rafa Granados, que entra en prisión con 22 años de condena. Imagínate esos padres. Yo ahora mismo, con un hijo mío, no sé cómo reaccionaría. Pese a todo sus padres, mientras yo estaba dentro, jamás le han metido cizaña para me dejara, simplemente le han dicho que si cree que todo merece la pena pues que siga adelante Ella se pegó muchos domingo yendo a verme por cristales a la cárcel.
¿Le sirvió todo esto para saber que le tenías que dar la vuelta a tu vida?
Evidentemente cuando entro en prisión surgen las dudas. Yo analizo mi vida y veo quién soy y de donde vengo. Por desgracia muchos familiares míos han pasado por la cárcel y sé que tengo dos caminos, ser uno más o si quiero ser diferente pese a haber pisado la prisión. Se puede cambiar, lo primero es de actitud, ya que lo primero es querer. Me he pasado muchísimas noches solo en mi celda llorando. Ya no por mí, ni por mi hermana, porque al fin y al cabo somos ya mayores, si no por la personas que realmente me habían apoyado, ya que les he pagado de una manera asquerosa.
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¿Dentro de prisión fue cuando le llegó la pasión por el deporte?
Bueno, yo primero entré en la antigua prisión de Fátima y cumplí 6 meses de condena, después me dieron la condicional hasta el juicio. Yo estuve cuatro años en la calle hasta que se celebró el juicio y ese fue un palo muy gordo porque cuando entras la primera vez sabes que vas a estar 10-15 años pero me encontré con la sorpresa de que me dieron la condicional hasta juicio y en ese periodo de tiempo es cuando yo realmente me reinserto. Yo ya tengo mi trabajo y mi vida hecha, incluso el día que entro en prisión llevo a mi hijo a la guardería como cualquier día y hago la maleta y me voy a cumplir mi condena. Y fue muy duro porque yo ahí ya estaba metido en las carreras y al entrar en prisión intento coser todo lo que he hecho para que no se me vaya nada y afianzarlo de la manera que fuera. Así que dentro de prisión, con los medios que había, me ponía a correr para demostrar lo que he hecho en los cuatro años que he pasado fuera de la cárcel y poder seguir con mi vida lo más parecida a la que llevaba fuera y salir lo mejor posible de la cabeza, porque es muy duro. Yo ya estaba casi reinsertado. Tenía trabajo, familia... ahí no le desee nada bueno a la justicia porque estaba pagando una condena por algo que hice años atrás. Pienso que cuando una persona hace algo, hay que pagarlo, pero no al tiempo. Yo quería demostrar que era otra persona y cómo demostrarlo, pues me agarré al deporte. ¿Por qué al deporte? Pues porque te quitas de fumar te alejas de malos rollos, te alejas de amigos allí dentro, porque en definitiva lo que quieres es salir rápido. Yo me dedicaba a dar mis vueltas al patio, a leer todo lo que pudiese, a escribir y en definitiva a tener mi mente ocupada. El deporte me dio mucho, porque empecé a salir a competir fuera, iba a los campeonatos de prisiones, por suerte estuve ganando durante tres años y eso era una motivación para poder seguir.
Al comienzo de la entrevista me decía que le daba vergüenza reconocer y contar todo lo que has vivido en estos años. ¿Has pensado que puede ser un ejemplo de superación para muchas personas que están en una situación similar a la que viviste?
No me considero ejemplo. No me hubiese gustado que me llamaran que soy un ejemplo a seguir por donde viene. Eso es un arma de doble filo. Yo trabajo mucho con Proyecto Hombre, con chavales del Polígono Guadalquivir, con la Asociación de Esclerosis Múltiple, y a esos chicos muchas veces no sé cómo explicarle muchas cosas, no quiero que me vean como un referente porque he hecho algo que me ha llevado a la cárcel y al salir he empezado con otra vida. Me gustaría ser un ejemplo sin tener el borrón de la cárcel. Yo intento transmitirles a los chavales la importancia de los valores en la vida, el respeto, la educación, pero los chavales al final, siempre me van a preguntar por el tema de la prisión. Yo no me corto pero sí me da un poco de respeto hablar de esto.
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Además de deportista de ultra fondo, también profesionalmente se ha dedicado al mundo del deporte desde otro punto de vista como es el quiromasaje y la osteopatía.
Yo cuando entré en prisión ya tenía trabajo y por suerte cuando salí, la fábrica me estaba esperando, seguía teniendo mi trabajo. Pero la vida me volvió a dar otro punto de locura. Yo ahí ya tenía muy claro que lo único que quería era disfrutar de la vida y de mi familia y en la fábrica tenía un trabajo de ocho horas y ahí ni podía ascender ni nada y llegué a la conclusión de que no quería eso. A mí lo que me apasionaba era el deporte y yo quería trabajar en algo relacionado con el deporte como era la alimentación, los masajes y me puse a ello. Yo salía de la fábrica a las seis de la mañana hasta la ocho entrenaba y después me metía en la academia para sacarme mi curso de quiromasajista, masajista, osteopatía y cuando lo tuve todo, un verano decidí irme de la fábrica. Tuve mucha suerte porque un día me encontré a Falete, (entrenador actual del Sanluqueño) en un semáforo, ya lo conocía de antes y le conté que me había sacado todo y me propuso que me fuera al Lucena CF a trabajar y fueron los dos mejores años de mi vida. Me hice autónomo y trabajando por los campos de fútbol y con todo el deporte que pueda. Ahora ya i vida está enfocada al deporte que es lo que me gusta y por lo que ha luchado.
Hay que ser muy valiente para hacer eso, dejarlo todo y empezar de cero tras salir de prisión.
La gente me decía que pensaban que había salido bien de la cárcel pero que viendo que dejaba el trabajo y demás, pensaron que no había salido tan bien (se ríe). Yo a mis suegros les decía no os preocupéis que su hija no se va a quedar sin comer, que si hace falta me voy a coger aceitunas, pero que yo voy a luchar por lo que me gusta. Y hoy por hoy.
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Rafa, gracias por abrirse con nosotros como lo ha hecho y contarnos su historia
Para mí es un placer que te acuerdes de mí y todos necesitamos de todos, por lo que te agradezco la llamada. Aquí estamos todos para ayudarnos y yo lo que intento hacer es ayudar a todo el que me necesite y así en cierta manera me siento bien colaborando con gente que necesita ayuda.