El nuevo negocio

La situación de los vecinos de Añaza, los que estaban y están pendientes del futuro de sus viviendas, parece que queda en el limbo tras los últimos acontecimientos. En seguida tratamos este tema pero les adelanto que todavía hay muchas dudas que resolver en este caso. ¿Cómo pueden viviendas de protección oficial estar bajo el radar de fondos buitre sin el control de las administraciones? ¿Dónde estaba el Gobierno de Canarias y el ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife? El consistorio santacrucero por lo menos, junto al Cabildo de Tenerife, ha retirado parte de los fondos que mantenía en la entidad que controla las viviendas -Santa Cruz fue pionera, por cierto, en el protocolo antidesahucios-. Ahora, tras aplazar las primeros ordenes de desalojo, nos preguntamos qué va a pasar con las 358 viviendas. Y nos lo preguntamos porque no es el primer caso en España en el que entidades bancarias convierten viviendas protegidas en un negocio mientras, en lo alto, sobrevuelan los fondos buitre.
Es curioso como ha cambiado el negocio; el sistema financiero hizo aguas en la última crisis con las hipotecas basura y el boom inmobiliario. Ahora, tras un rescate de más de 60.000 millones de euros -que no vamos a recuperar en su totalidad-, el filón está en comprar masivamente viviendas a precio de ganga para después subir los alquileres, forzar desahucios y vender; así aumenta la rentabilidad y logran beneficios millonarios. Por el camino se quedan historias y familias que de la noche a la mañana acaban conociendo de cerca la fauna que comercia con sus vidas, porque, no lo olvidemos, una casa, un piso, una vivienda, es parte de la vida de una persona. Perder ese espacio, es perder parte de tu vida. Y en la balanza de muchas entidades bancarias parece en el negocio y las rentabilidades millonarias pesan más que, por ejemplo, las familias de Añaza.