Un triple sobre la bocina para crecer

Valencia

Todas las lecturas que pueden realizarse del partido de Valencia Basket en Santiago de Compostela son positivas. El equipo que dirige Jaume Ponsarnau sigue con un enorme margen de mejora, -no podía ser de otra forma con las ausencias de Diot, Rafa y Joan Sastre- pero encadena ya tres victorias consecutivas tras el inicio negativo ante Unicaja y Real Madrid.

La tarde en tierras gallegas permitió además el regreso a la dinámica de competitiva -todavía muy lejos de su nivel real- de dos jugadores que deben ser básicos como San Emeterio y Labeyrie. Superadas sus respectivas lesiones, aportaron minutos desde la segunda unidad y deberían aumentar sus prestaciones jugando más tiempo en Eurocup.

Hasta que el equipo se suelte y plasme en pista todas las ideas del cuerpo técnico, un muy buen plan inicial pasa por buscar balones dentro a la sociedad Dubi-Will. Ambos andan finos y ya hace tiempo que se entienden con una mirada. La pareja se combinó en Santiago para proporcionar a Valencia Basket 31 puntos, 9 rebotes y 45 de valoración.

El conjunto taronja, además, evidenció capacidad física para elevar el nivel defensivo en el periodo determinante, el último. Tras un viaje complejo a Turquía, el grupo dio un paso adelante en los diez minutos finales para dejar a Obradoiro en diez puntos y con un parcial contundente (10-20) acabar llevándose el partido con un triple sobre la bocina de Sam Van Rossom.