Con el agua no se juega, toca control público y municipalizar

"Con el agua no se juega, toca control público y municipalizar"
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Las Palmas de Gran Canaria
El fondo de inversión EQT sueco se ha hecho con la mayoría de las acciones de Emalsa. Esta empresa, accionista mayoritaria de Saur, uno de los dos socios privados de la compañía de aguas de la capital, se hace ahora con Valoriza que tenía las acciones de Sacyr, que era el otro socio privado, en consecuencia ahora esta empresa tiene la mayoría, el 66% de la compañía. Es decir, el ayuntamiento sin control alguno y sin la posibilidad, ni tan siquiera, de poder meter baza entre dos, porque ahora solo hay un socio con mayoría aplastante y el ayuntamiento se queda con su 34% para no pintar nada de nada. Peor imposible. Y eso que todavía estamos esperando por un nuevo contrato que se iba a negociar.
El alcalde de la capital, dijo ayer aquí en el Drago de Ser Las Palmas, que no conocía esta operación, aunque parezca llamativo, fue lo que dijo y así puede ser, porque esta es una operación de alto nivel económico que no se gesta por Emalsa, eso parece lógico. No como dice la oposición del PP y Ciudadanos que no entienden dónde estaba el ayuntamiento. Todo el mundo entenderá que para realizar esta operación económica no se le va a consultar a la ciudad, otra cosa es que cuando está hecha te enteres.
Augusto Hidalgo dijo también que va a encargar un informe jurídico para saber si una sola empresa puede quedarse con la mayoría o si está obligada por contrato y por las condiciones iniciales de privatización del año 93 a despojarse del 17% y tener solo un 49%, con derecho de tanteo incluido. Parece claro y evidente que es así y así debe ser, con las condiciones iniciales el ayuntamiento tiene que obligar al nuevo y único dueño privado a venderle las acciones o como mínimo a que ellos se la vendan a otro. Así se puso en el papel en el año 93 y así debe ser sin lugar a dudas.
Está claro que la empresa de aguas de la ciudad no se debería haber privatizado nunca, que tiene y tuvo que ser pública, como pasa en buena parte de Europa, donde en las grandes capitales se ha vuelto a municipalizar, simplemente porque con las cosas serias no se juega. El ayuntamiento de la ciudad está en la obligación de recuperar el control de la compañía, como mínimo ahora el 51% de las acciones, tiene dinero para ello, porque está absolutamente saneado y a partir de ahí a recuperar y mejorar las viejas instalaciones, las redes, las mejoras del alcantarillado y no estar como desde el principio y con todos los gobiernos municipales de cualquier color político, sin meterle mano a fondo, donde técnicos municipales han escrito que no se cumple el contrato . Todo esto en medio de varios pleitos en los tribunales por estas razones. Es alucinante.
El agua en Las Palmas de Gran Canaria ha sido un súper-negocio para las empresas privadas y un desastre para el interés general, que encima ha pagado obras que le tocaba pagar a la empresa. Y que nadie se llame a engaño, esto no es nuevo, ni solo de ahora, han sido demasiados los que no miraron nunca el contrato para ver si se cumplía y tampoco hicieron nada por hacer uno nuevo. Simplemente dejaron hacer, el control público no parecía existir. Terrible.
Si como se dijo en su momento por los tres grupos que conforman el tripartito que gobierna la ciudad, Psoe, Podemos y NC, que estaban por recuperar la empresa a manos públicas y como también dice la oposición de PP, Ciudadanos y Unidos, pues a cumplirlo.
En este momento la situación se puede terciar en oportunidad y el ayuntamiento tiene todo en su mano para municipalizar la empresa, de ellos depende. El tren pasa una vez sola o eso dicen. El alcalde Hidalgo y los grupos de izquierda que le acompañan, pueden pasar a la historia por recuperar el control de la empresa del agua, ahí es nada, aunque no sea tan fácil, es perfectamente posible.