El conflicto está en la escalera

Murcia

Si el 66% de los españoles reside en viviendas en altura, en muchos casos, la convivencia en estas comunidades de propietarios no suele ser fácil. Entre los principales motivos del conflicto está la morosidad, los ruidos, las reformas o el (mal) uso de zonas comunes.

Desde el Colegio de Administradores de Fincas de la Región, su portavoz, Antonio Ruiz, confirma que en la mayoría de los casos funciona la mediación que ejerce el administrador de fincas para solucionar 'roces de convivencia', que no son tan habituales como podría pensarse.

La morosidad, que se había convertido en los últimos años en un quebradero de cabeza en bloques de viviendas, ha mejorado. Los impagos de las cuotas mensuales o de otros gastos se van reduciendo, prueba de la recuperación económica y la salida de la crisis.

El segundo gran problema entre propietarios son los ruidos. Hasta el 20% de las quejas vecinales tiene su origen en los ruidos de vecinos que no respetan el descanso de los demás, según un estudio del Colegio de administradores de Madrid. Mientras que las reformas u obras privadas en casa representan otro foco de conflicto.

También las 'derramas' crean controversia vecinal. Primero, para ponerse de acuerdo sobre qué actuaciones hacer y después en el pago. Y es que no es una medida muy popular, aunque Ruiz señala que con mayor o menor agrado, se acaba asumiendo.

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En cuanto al uso de las zonas comunitarias, también foco de conflicto, desde el Colegio de administradores de fincas señalan que en las comunidades donde hay más viviendas en alquiler, se da más número de casos.

¿Y que pasa con vecinos conflictivos? Este domingo se produjo un incendio en un piso de un edificio de Cartagena, donde, según los vecinos, el propietario almacenaba cartones, plásticos, ropa y residuos. ¿Qué hacemos en estos casos? Antonio Ruiz recomienda ponerlo en conocimiento del administrador de fincas, que puede llegar a derivar el caso, incluso, a servicios sociales.

Los administradores de fincas recomiendan a los propietarios ser conscientes de que su hogar comienza en la entrada al edificio y no en la puerta de su casa.