Derecho a la libertad de expresión, de información, pero no a vulnerar la intimidad
"Derecho a la libertad de expresión, de información, pero no a vulnerar la intimidad"
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Las Palmas de Gran Canaria
Una cosa es el derecho a la libertad de expresión. otro derecho fundamental es a la libertad de información, que no tiene que ver con vulnerar la intimidad y la dignidad de nadie.
El Tribunal Constitucional ha dado la razón a un delegado sindical de Intersindical Canaria en la empresa Seguridad Integral Canaria, corrigiendo una sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Canarias, todo cuando fue despedido por manifestarse con sus compañeros en un pleno del ayuntamiento de la capital de Gran Canaria en la época de Cardona como alcalde, insinuando el irregular comportamiento de este y del dueño de la empresa, que en ese momento era el presidente de la UD Las Palmas, Miguel Angel Ramírez.
El Tribunal Constitucional, ahí es nada, está subrayando el derecho a la libertad de expresión que es esencial en una sociedad democrática. Además de no olvidarse de el derecho a protestar que tiene los representantes sindicales. A tener en cuenta por tanto ese derecho a la libertad de expresión y de opinión.
Y otra cosa es que te roben una foto de un centro de salud, invadiendo tu intimidad, tu dignidad y vulnerando la ley de protección de datos.
Así que una cosa es la defensa de la libertad de información y de expresión esenciales en una sociedad democrática, insisto, y otra es que alguien se crea el más gracioso del grupo y saque una foto de una sala de curas enseñando las partes más íntimas de una persona.
Pasó en Tenerife hace unos días, en el centro de salud del Toscón. Una mujer se encontraba mal y el problema estaba en una tortuga muerta que llevaba en la vagina. La noticia hay que contarla, puede dar hasta para un chiste conociendo que finalmente la cosa no fue a mayores, pero de ahí a que alguno de los que allí estaban robara una foto y la volcase en las redes sociales, es pasarse y puede ser delito. Se ha abierto una investigación por parte del Servicio Canario de Salud, porque lo que está claro es que el fotógrafo no es un marciano que vino de Marte. Veremos en que queda. Pero lo mínimo era investigar.
En definitiva que ni poner esparadrapo a los representantes de los trabajadores y ni tampoco, vulnerar el derecho a la intimidad.
