La deslocalización de empresas, a debate en la SER

Valladolid

La próxima semana hay una reunión en Bruselas en la que se va a hablar sobre el cierre de la fábrica de Vestas, la empresa de ensamblaje de aerogeneradores que, como venimos contando, si nadie lo remedia, va a trasladar su producción desde su actual ubicación en la provincia de León a otros lugares donde resulta más barata la mano de obra.

A esta reunión con las autoridades europeas van a ir los sindicatos, la Junta de Castilla y León y los propios grupos políticos de las Cortes.

Hablamos de una multinacional danesa con intereses comerciales en medio mundo que, por el momento, no ha hecho sino confirmar el cierre de la planta en León que mandará al paro a 370 personas, sin contar los empleos indirectos que también se verán repercutidos.

La empresa ha mostrado recientemente su voluntad de recolocar a la plantilla y ha dicho que retrasará el cierre anunciado al 31 de diciembre por si en este tiempo aparece algún inversor que quiera y pueda continuar la actividad en la zona.

¿Qué puede hacer la Junta ante esta situación que, por cierto, no es la primera vez que ocurre? ¿Cómo se puede blindar la continuidad de una empresa que ha recibido dinero público para que no se marche a las primeras de cambio ? La multinacional danesa Vestas, según la Junta, recibió unos 13 millones de euros.

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