Un técnico de Renfe declara que los intereses políticos y comerciales primaron sobre la seguridad en Angrois
José Enrique Villarino Valdivielso denuncia las prisas por inaugurar un falso AVE en Galicia
Santiago de Compostela
El maquinista no fue el único culpable del accidente de tren de Angrois. Una serie de "despropósitos políticos y técnicos" están detrás del descarrilamiento. Así de contundente se ha mostrado José Enrique Villarino Valdivielso, técnico de Renfe, ante la comisión de investigación del siniestro. Villarino considera que hay "responsabilidades políticas" en la peligrosidad y desprotección de la curva, que terminó dejando en manos del maquinista la seguridad del tren. "La cadena se rompió por el eslabón más débil", afirma.
Villarino, quien recibió un correo del jefe de maquinistas de Ourense alertando de las anomalías en A Grandeira, considera que los intereses políticos "por acortar plazos", así como los criterios comerciales, primaron sobre la seguridad en Angrois. El técnico ha criticado el "trazado inadmisible de la curva", la decisión de retirar el sistema de seguridad ERTMS y las "prisas por inaugurar". Además, ha insistido en que los análisis de riesgos "brillaron por su ausencia" tras la modificación del proyecto original.
Para Villarino, en Angrois hay una responsabilidad política añadida: trasladar a la opinión pública que llegaba el AVE a Galicia cuando no era así. En su lugar dice, llegó a la comunidad una línea descolgada y sin sentido, un "producto adulterado", cuyas características básicas habían sido cambiadas.
El técnico de Renfe se ha mostrado crítico con la Comisión de Investigación de Accidentes Ferroviarios (CIAF), un apéndice del Ministerio de Fomento y falto de independencia, a su entender. Villarino reconoce que hubo investigación de los hechos, pero concluye que en el informe faltó los más importante, llegar a las causas últimas del siniestro. "No lo digo yo", ha insistido, "lo dice la Agencia Ferroviaria Europea" (ERA).
