El GBC quiere gritar ¡Eureka!

San Sebastián

Dice el diccionario que ¡Eureka! es una famosa interjeccion atribuida al matemático griego Aquímedes de Siracusa que quiere decir ¡Lo he descubierto! y que hoy en día se utiliza para como celebración de de un descubrimiento, hallazgo o consecución que se busca con afán. Eso es lo que busca el Delteco GBC en esta temporada 2018-19. Un nuevo horizonte, un descubrimiento, un reto aún por alcanzar. Después de su buena temporada pasada, se ha ganado el derecho a soñar con crecer.

Todo esto viene por su presentación institucional del proyecto de la nueva temporada, que tuvo lugar en el Museo de la Ciencia de Miramón, conocido por el nombre de ¡Eureka!, que es precisamente lo que quiere gitar el club donostiarra en este nuevo curso. Buen síntoma será. Querrá decir que ha hecho un descubrimiento nuevo, bien sea en forma de objetivo clasificatorio, bien sea en forma de jugador, porque igual en otras campañas inicia proyecto con melones prometedores todavía por abrir, caso del mexicano Jorge Gutierrez, por ejemplo. Si el año pasado Henk Norel dio la sorpresa... ¿por qué no repetir este año con algu´n otro jugador?

Buena señal seria lograr decir ¡Eureka!, gran noticia para Sergio Valdeolmillos, que se estrena como entrenador del Delteco GBC con la "ilusión de seguir creciendo, de seguir dando pasos hacia delante, de seguir cerca de la afición". Porque para el club donostiarra esta temporada debe ser la de la consolidación en la Liga ACB. Logrado lo más difícil, que erea resistir a una situación complicadísima en la LEB Oro, ascender y conseguir una salvación holgada, ahora toca dar otro paso más.

Es cierto que se ha cambiado más de lo esperado y deseado, pero se ha construído un equipo con margen de maniobra. "Hemos logrado reunir a un equipo con personalidad y humildad para conseguir las mayores cotas posibles esta temporada", señala Valdeolmillos, que hoy ha conocido que se hacía oficial su último fichaje, Sekulik. Por todo ello, la presidenta del GBC, Nekane Arzallus, cree que es momento de disfritar. "Es tiempo de ilusión. Nos hemos ganado el derecho a sonréir", ha sentenciado ante un salón de actos repleto y arropados por las instituciones, y con una puesta de largo sorprendente, con una proyección de las caras de todos los jugadores del GBC en el techo, simulando que son las nuevas estrellas del firmamento donostiarra.