Kostas lidera a un Obra de pretemporada
El pívot Trigvui Hlinason no jugó tras su paso por el dentista los pasados días. Todos los demás, tuvieron minutos
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Kostas Vasileaidis, perseguido por Popovic, en el partido ante el Fuenlabrada / ACB Photo/E. Cobos
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Santiago de Compostela
Comenzó la pretemporada el Monbus Obradoiro con una victoria tras prórroga, lo que siempre está bien, y evidenciando que las costuras estan por afianzar en el engranaje del equipo santiagués (como es lógico). Hlinason no jugó (pasó por el dentista antes de viajar para que le sacaran una muela del juicio), y el mejor del Obra fue Kostas Vasileiaidis con sus 24 puntos anotados.
Dos triples consecutivos del Monbus Obradoiro abrieron un choque en el que ambos equipos demostraron intensidad desde el comienzo, si bien al Fuenla le costó un poco más meterse en el partido, que fue gobernado de salida por el equipo compostelano, acertado en el tiro exterior en sus primeros intentos.
Así, tras comenzar acertados Kostas y Simons, un nuevo triple de Simons ponía el marcador en 4-16 cuando tan sólo habían transcurrido cuatro minutos de juego. El partido se ponía de cara para los hombres de Moncho Fernández, pero el conjunto madrileño fue cogiendo aire poco a poco en el choque y con un parcial de 8-0, apretó de nuevo el electrónico (14-18).
En el segundo periodo, al que se llegó con 19-23 en el marcador, comenzó a hacerse más evidente que estamos al inicio de la pretemporada. Las imprecisiones en el tiro de ambos conjuntos hicieron que los puntos no llegaran, aunque la intensidad defensiva en ambos lados de la pista se mantenía en cierta medida.
Un lanzamiento de tres puntos de Marko Popovic cambió el signo del partido, poniendo a los hombres de Agustí Julbe por delante en el marcador (27-25). Aún así, a ambos equipos les estaba costando encontrar el aro y así, iban pasando los minutos sin que ninguno de los dos consiguiera tomar distancia en el marcador.
Muy al contrario, Pepe Pozas, con un lanzamiento inverosímil desde la esquina y sobre la bocina, colocó el empate antes de que los jugadores se marcharan al vestuario (37-37).
En la reanudación, el intercambio de canastas inicial duró poco. Nuevamente desde más allá de la línea de 6,75, el Obradoiro intentaba la escapada. Un triple de Andreas Obst iniciaba un parcial que un lanzamiento de Kendall Stephens (que jugó poco más de diez minutos) cerraba en 0-8, para volver a lanzar a su equipo (42-51, m.24).
La máxima ventaja obradoirista llegó a ser de 11 puntos (44-55, m. 26), pero el Montakit Fuenlabrada no estaba dispuesto a dejar de pelear y así, como ya sucediera en la primera mitad, inició una lenta pero eficaz remontada, para colocarse con 50-56 a poco más de un minuto para el final del tercer cuarto.
Sobre la bocina y aprovechando ese medio metro más que presentaba la cancha en este Circuito de Guadalajara, Christian Eyenga clavó un triple para sellar el periodo con 56-61.
La remontada fuenlabreña continuó en el inicio del último cuarto, hasta ponerse a sólo tres puntos cuando apenas habrían transcurrido dos minutos del mismo (61-64). Un triple, esta vez de Nacho Llovet, devolvía cierta tranquilidad a un Monbus Obradoiro que, sin embargo, no conseguía volver a distanciarse.
Se entró en los últimos cinco minutos de partido con un intercambio de canastas que beneficiaba al equipo gallego. Si Eyenga empataba el marcador (71-71), Llovet se encargaba de volver a poner a los suyos por delante (71-73).
Fue cuando el Montakit Fuenlabrada erró uno de sus intentos (un triple de Popovic), cuando el Monbus Obradoiro abrió de nuevo brecha. El acierto de Llovet desde la línea de personal puso a su equipo en el buen camino (74-79).
Pero todavía no estaba todo dicho. Álex Llorca desde el triple y Marko Popovic encontrando el hueco en la férrea defensa rival ponían a su equipo nuevamente con opciones (81-83) cuando ya se había entrado en el último minuto de partido.
A 14 segundos para el final, Pepe Pozas anotó uno de los dos tiros libres de que dispuso, solicitando entonces tiempo muerto el técnico fuenlabreño para diseñar la que podía ser la última jugada del partido.
No lo fue. Marko Popovic anotó cuando sólo habían transcurrido cuatro segundos en el reloj (83-84), obligando entonces a Moncho Fernández a parar de nuevo el partido. Una falta de Eyenga sobre Vasileiadis llevó al griego a la línea de personal, aprovechando éste sus dos lanzamientos (83-86).
Sólo quedaban cinco segundos para el final, tiempo suficiente para que Christian Eyenga cruzara la pista, se cuadrara y clavara el triple que llevaba el partido a la prórroga (86-86).
En el tiempo extra, la iniciativa la tomó el Monbus Obradoiro, saliendo primero victorioso en la lucha desde el tiro libre y forzando después los errores de un rival que vendió cara su derrota.