‘Agosto’
Hemos entrado en la recta final del mes de julio, el que se dice es el más caluroso del año aunque este 2018 se esté caracterizando por ser bastante atípico desde el punto de vista meteorológico
La Línea de la Concepción
Hemos entrado en la recta final del mes de julio, el que se dice es el más caluroso del año aunque este 2018 se esté caracterizando por ser bastante atípico desde el punto de vista meteorológico. La próxima semana entraremos de lleno en agosto, el mes de la parálisis, ese en el que habitualmente no pasa nada, aunque en esta comarca del Campo de Gibraltar nunca se sabe.
¿Y qué quieren que les diga? Yo ya he disfrutado de unos días de vacaciones, así que me espera un largo mes de agosto con escasas visitas a la playa, seguro, y aún menos escasas opciones de ocio veraniego. Es por ello que ansío un mes de agosto tranquilo, pero no sólo por puro egoísmo, sino porque les admito que España me resulta un país agotador.
Como periodista que soy, es mi obligación estar al día de todo lo que ocurre, y no sólo es una obligación, me gusta. Si no fuera así, hubiera dirigido mis pasos profesionales por otros derroteros. Sin embargo, de un tiempo a esta parte noto cierto hastío y hasta desprecio hacia la actualidad.
Este hastío viene motivado por la ineptitud y el abuso políticos en todas sus formas, las manadas que campan, los tontos que se manifiestan en lugares que nunca debieron ser construidos, los monstruos disfrazados de parejas y exparejas, el drama de aquellos que buscan una vida mejor, e incluso por la forma tan banal, fea y burda en la que los medios de comunicación tratan en ocasiones temas que requieren responsabilidad, objetividad y seriedad.
Es por ello que pido un mes de agosto aséptico, plano, y si es cuestión de pedir, aunque no sirva absolutamente de nada, pido un mes de septiembre renovado, que nos traiga aire fresco y más soluciones que problemas. Estoy segura de que mi solicitud caerá en saco roto. Mientras tanto, tengan o no vacaciones, les deseo un feliz agosto. Nos oímos de nuevo tras la calima.