Nuevos descubrimientos arqueológicos en la localidad toledana de Quero

La semana pasada se inició una de las primeras excavaciones de petroglifos en la mancha. La localidad toledana de Quero era el escenario para esta expedición liderada por Víctor López-Menchero que pretendía encontrar grabados en piedra hechos por pastores, ganaderos, jornaleros o agricultores y que datan de entre los siglos XV y XVIII.

Es un proyecto de investigación de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha y la Universidad de Castilla-La Mancha que cuenta con un presupuesto de 10.315 euros y que se centra en tres estaciones rupestres: Los pozos de navarro, entre Alcázar de San Juan y Villafranca de los Caballeros, Puertollano y la Casa del Oro, en Quero. En esta última, los grabados suelen tener un motivo religioso con los que pedían "protección a Dios", "la gente en el campo le tenían mucho miedo a las tormentas, los nublados", según López-Menchero.

Las formas que estos petroglifos imitan son de cruz crucetada, bifurca, cruz de San Juan o la cruz y el orbe que evoca a la cruz de Cristo que reina sobre el mundo representado a través de un círculo. Este es el motivo más habitual en las estaciones rupestres y ha llegado hasta nuestros tiempos, por ejemplo, en el escudo de la monarquía. También han sido descubiertas por estas excavaciones las cazoletas, agujeros excavados en la roca de forma artificial con canalillos que las comunican y picos vertedores que contenían alguna especie de líquido.

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Los podomorfos son otros de los grabados que Víctor y su equipo de investigadores ha encontrado en la excavación. Otros motivos que recuerdan a la religión son algunas letras como la uve o la eme que solían grabar en la piedra. La eme "es la eme de María, de la Virgen María, es la interpretación que le damos ahora mismo, además de encomendarse a Cristo hay una devoción Mariana en estas tierras" aseguraba Víctor López-Menchero.

El investigador de la Universidad de Castilla- La Mancha ha contado con un equipo de siete personas para este proyecto: dos técnicos estudiantes de historia y tres trabajadores pertenecientes al plan de empleo del ayuntamiento de Quero además de dos voluntarios. Los técnicos y trabajadores coinciden en la ilusión de encontrar grabados en la piedra y saber un poco más de la vida de hace más de tres siglos, algo que los voluntarios pretenden transmitir a los habitantes más jóvenes de la población toledana.

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Los grabados que son muy finos se ven muy poco durante el día pero sí que se aprecian al atardecer o por la noche utilizando luz rasante. Esto será un reclamo turístico, según el alcalde quereño, Rubén Torres, para diferentes visitantes que podrán ver la "máxima expresión del yacimiento" en una ruta nocturna que se celebrará dentro de un par de semanas.

A continuación, escucha el reportaje realizado en la Casa del Oro en Quero: