El edil de Desarrollo Sostenible de Lugo asegura que el problema del tanque de tormentas de A Garaballa siempre estuvo controlado
Darío Piñeiro fue imputado por esta cuestión
Lugo
El concejal de Desarrollo Sostible (el equivalente a Medio Ambiente) en el ayuntamiento de Lugo, Daniel Piñeiro, ha asegurado este jueves que el problema del tanque de tormentas de A Garaballa, por lo que está siendo investigado por el juzgado número dos, “siempre” estuvo controlado.
La pasada semana comparecía en el juzgado de Sandra Piñeiro, para prestar declaración como investigado por un supuesto delito leve contra los recursos naturales, a causa de un vertido de aguas fecales al río Rato a la altura del barrio de A Garaballa.
Piñeiro ha insistido que en su declaración ofreció “todos los datos que teníamos y todos los trabajos que realizamos para evitar contaminaciones, y ahora esos datos están en el juzgado de instrucción”.
Pese a la imputación confesó que estaba “tranquilo”, añadiendo que en el juzgado se explicó “lo que llevamos haciendo todo este tiempo, que fue lo que indicaron los técnicos que es lo necesario para evitar que ese tanque de tormentas tuviera problemas mientras no se incluyese en el sistema de mantenimiento que está pendiente de un contrato en lo que respecta a la depuración de aguas residuales”.
“También aportamos documentación justificativa de los trabajos que hicimos. Ahora conseguimos conectar la electricidad y funciona mejor porque cuenta con unas bombas adicionales que mejoran su funcionamiento”, ha desgranado.
Daniel Piñeiro, concejal de Desarrollo Sostible del concello de Lugo
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Dicho esto ha querido puntualizar que dicho problema “siempre estuvo controlado, porque siempre se hacían los desatascos con la empresa Urbaser (concesionaria del servicio de limpieza) y a mayores había un contador del que se tenía desconocimiento, y se pudo conectar con una mayor facilidad de lo que en principio se preveía”.
Por lo demás, ante la denuncia de Lugonovo alertando de altos valores de arsénico en las fuentes municipales, Piñeiro se ha limitado a puntualizar que “son fuentes de agua natural, y no hay manera de controlarlas a no ser que las cloremos”.
Piñeiro ha subrayado que lo que le explicó la técnica municipal, en este caso la farmacéutic,a que “también se lo explicó a ellos (por Lugonovo) es que en Galicia hay zonas donde el arsénico está de forma natural en las piedras y en la tierra por donde pasa el agua y esa agua trae unos niveles de arsénico que, en algunos casos, superan los 10 microgramos por litro”.
Concretó que en la Fuente de A Chanca, de “todas las fuentes que tenemos que son cerca de ochenta, en un caso dio once (microgramos) en abril, y 9,6 en mayo”, en este último caso por debajo de esos niveles de 10.
