Buscando los orígenes del Acueducto
Una campaña arqueológica en las canteras del Berrocal en Ortigosa del Monte estudiarán y contratarán sí buena parte de los sillares del monumento romano se realizaron con el granito de estos parajes
Clara Martín junto al delegado territorial Javier López-Escobar y el alcalde de Ortigosa Juan Carlos Caberjas durante la visita a las canteras motivo de estudio / Juan Martin
Segovia
Durante los próximos tres meses un equipo arqueológico va a intentar contrastar y estudiar si la cantera histórica El Berrocal en Ortigosa del Monte es el lugar de donde salieron buena parte de los sillares del Acueducto y parte de los elementos de granito de la base de la catedral de Segovia.
Durante los trabajos se van a contrastar las muestras arqueológicas, tomadas durante la restauración del monumento romano en el año 2000, con las muestras de la propia cantera como señalaba Clara Martín arqueóloga responsable de los trabajos “el objetivo del proyecto es una primera toma de contacto con las canteras a través de un estudio histórico, arqueológico y geológico de todo el paraje”.
También se va estudiar la evolución de la cantera a lo largo de los siglos continúa Martín y “se realizarán sondeos de otros elementos que se encuentran en el paraje como es lo que parece ser una vía de comunicación externa de salida de la cantera hacia Madrona y otro sondeo en una plataforma que puede contener los cimientos de un antiguo edificio”.
El Ayuntamiento de Ortigosa promueve este proyecto junto a la colaboración de la Junta con un montante económico de cerca de 20.000 euros. Una vez concluidos los trabajos, El Berrocal servirá como elemento de impulso económico para esta localidad como reconocía el alcalde Juan Carlos Cabrejas que visitaba el desarrollo de los primeros trabajos junto al delegado territorial Javier López-Escobar.
Esta investigación forma parte del proyecto de estudio y difusión de este enclave esencial en el conocimiento del territorio en torno a la ciudad de Segovia en época romana. El Berrocal conforma un área de 200 hectáreas de vital importancia para el asentamiento romano junto a las minas de cobre en el yacimiento de los Almadenes en Otero de Herreros.
