Llopis: el golpe de efecto de Olabe

San Sebastián

Cuando Roberto Olabe empezó a preparar el cuerpo técnico que iba a acompañar a Asier Garitano en el banquillo del primer equipo de la Real uno de los primeros entrenadores de porteros con los que habló fue con Luís Llopis, natural de Hernani pero en el Real Madrid. Dentro de ese ámbito tiene un prestigio enorme, ganado a pulso con su trabajo, y en el club donostiarra goza de la mejor de las consideraciones. Olabe quería a los mejores en su primer proyecto como director de fútbol de la Real. En ese momento, Zidane no había roto aún la banda con su inesperado anuncio de despedida del Real Madrid. Entonces, Llopis no pensaba dejar el club blanco.

Entonces pasó lo de Zidane, y Florentino Pérez dejó a todos boquiabiertos con el fichaje de Julen Lopetegui. El escenario cambiaba para Llopis, porque con el técnico de Asteasu llegaba su cuerpo técnico. Y Olabe se puso manos a la obra. No lo pudo lograr en un primer intento, pero el contexto era diferente y se abría una nueva ventana. El vitoriano, eso sí, ya había movido ficha contratando a otro entrenador de porteros de su confianza, Iñaki Ulloa. Pero eso no le importaba. No quería dejar pasar la oportunidad de fichar a uno de los mejores trabajando con guardametas de España, hasta que ha logrado su contratación, dando un golpe de efecto importante, porque fortalece de forma decisiva un puesto que estos últimos años había sido puesto en tela de juicio. Para Moyá, Rulli, Zubiaurre y quien sabe si Aitor Fernández, se trata de una noticia espectacular, porque les va a hacer mejores porteros con su trabajo y experiencia. Ahí está el caso de Keylor Navas en el Madrid.

Llopis llega como entrenador de porteros del del primer equipo; mientras que Ulloa, fichado antes para esa función, pasa a ser el coordinador de ese área. La presencia del técnico de Hernani le será de gran ayuda, y al resto de entrenadores de porteros del club, gente con mucho futuro como Jon Alemán, Luis Castro y Beñat Etxebeste, les servirá para aprender y crecer. Es un golpe de mano muy positivo en todos los sentidos. Todavía recuerdo su trabajo en el Real Unión, donde nos conocimos, lo que le catapultó a Zubieta, antes de trabajar para el Real Madrid y el Athletic. Ahora, a sus 53 años, vuelve a la Real, una vieja petición de la afición, que no entendía como un técnico de su categoría, con tres Champions a sus espaldas, no estuviera en la estructura del club gipuzkoano. Olabe acierta, la Real gana.