Hay salida
Cáritas Aranda trabajó el pasado año con más de un centenar de personas con drogodependencia y una veintena de sus familiares a través de programas de apoyo psicológico, social y de emergencia

Mariana Rocha y Nely González son las dos técnicos, psicóloga y trabajadora social respectivamente, del CADAC de Cáritas Aranda / Cáritas Aranda

Aranda de Duero
Heroína, cocaína, cannabis pero también alcohol. Son las sustancias contra cuya adicción luchan más de un centenar de personas con el apoyo de Cáritas Aranda. Su Centro de Ayuda al Drogodependiente (CADAC) atendió el pasado año a 108 personas directamente afectadas y a 21 de sus familiares. Los consumidores de estas sustancias que buscan el apoyo de esta organización son mayoritariamente hombres: un 72% frente al 28% de mujeres, una tendencia que se invierte por completo entre los familiares, ya que la mayor parte de quienes acuden buscando ayuda para personas que no reconocen tener un problema las que abundan son las madres. Entre las personas afectadas por adicciones a estas sustancias lo más frecuente es el policonsumo (abuso de varias sustancias a la vez). Sus edades están, en la mayor parte de los casos entre los 40 y los 55 años. Además es habitual que los pacientes presenten una patología dual, con algún problema de enfermedad mental y drogodependencia.
El CADAC de Cáritas ofrece apoyo individual, con terapias de deshabituación e información sobre servicios que ofrecen otras entidades, dependiendo de la situación en la que llegan quienes solicitan ayuda. Alejandra es una de las usuarias de estos programas que según su testimonio le han ayudado a encontrar una segunda oportunidad desde que, hace una década llegó arrastrando su propio infierno. Aunque se siente orgullosa y agradecida por el camino recorrido también es consciente de que no puede bajar la guardia ni un solo día. Y recomienda a los jóvenes que puedan tener tentaciones o hayan comenzado a dar los primeros pasos de esta peligrosa pendiente que resistan la presión del grupo, se informen y piensen que siempre hay esperanza si se pone voluntad en salir adelante.
El Centro de Apoyo al Drogodependiente Cáritas, en el que trabajan una trabajadora social y una psicóloga apoyadas por siete voluntarios, abordan también los problemas asociados a estas adicciones, sean judiciales, económicos, sanitarios o de otra índole. A los familiares se les proporciona orientación y apoyo psicológico. Entre otros servicios se realizan analíticas de detección de drogas en orina y se ofrecen alternativas de ocio saludable para el tiempo libre, como el Club de Lectura que ha funcionado a lo largo de todo el pasado curso.
El programa está financiado con fondos propios de Cáritas, el ayuntamiento de Aranda, la Junta de Castilla y León y aportaciones del IRPF para fines sociales.