Comienza el juicio por el "crimen del holandés"
La Audiencia Provincial de Ourense ha iniciado esta mañana el juicio contra dos hermanos acusados de asesinar a un vecino de nacionalidad holandesa de la parroquia de Santoalla, en el municipio de Petín.
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Foto de archivo de la Audiencia provincial. / Radio Ourense- Cadena Ser
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Ourense
La Audiencia Provincial de Ourense ha iniciado el juicio contra dos hermanos acusados de asesinar a un vecino de nacionalidad holandesa de la parroquia de Santoalla, en el municipio de Petín. Para ellos, la Fiscalía pide 17 y 18 años de cárcel, respectivamente.
De acuerdo al escrito de la acusación, recogido por Europa Press, los hechos ocurrieron el día 19 de enero de 2010, momento en que la víctima acudía al centro del municipio a hacer la compra y uno de los acusados, JC.R.G., le esperó a la entrada del pueblo con una escopeta.
Fue entonces cuando el presunto asesino forzó a la víctima a que parase el vehículo para, según el relato fiscal, asestarle un tiro por la ventanilla, lo que provocó su muerte inmediata.
Minutos después apareció con un tractor cargado de hierba el hermano del anterior y también acusado, J.R.G., quien cogió el coche de la víctima, cargó con el cadáver en el asiento del copiloto y lo llevó a 18,5 kilómetros, a una zona denominada As Tozas de Azoreir que, según el Ministerio Público, se trata de un área "de nulo tránsito" y de "muy difícil acceso".
Una vez allí, tal y como consta en la versión de la Fiscalía, con la intención de lograr la impunidad de los hechos, escondió el vehículo de la víctima entre unos pinos, sacó el cuerpo sin vida del hombre para depositarlo a decenas de metros de distancia y prenderle fuego.
Por todo ello, la acusación solicita 17 y 18 años de prisión para JC.R.G. y J.R.G., respectivamente. De forma alternativa, el hermano del ejecutor podría quedar exento de la responsabilidad penal al considerar que sus actos podrían haber tenido la intención de lograr la impunidad de su pariente, descartando así que todo formase parte de un plan preconcebido.
ENEMISTAD ENTRE LAS FAMILIAS
El móvil del asesinato sería, tal y como consta en el escrito de la Fiscalía, una enemistad entre las dos familias de vecinos, que residían en la parroquia de Santolalla y que comenzaron los desencuentros a raíz de que la víctima pretendiese formar parte de la comunidad vecinal de montes 'Cabeza de Vilariño'.
Los acusados se negaron a que ingresase en la asociación, hecho que cambió la situación de convivencia "radicalmente", según el relato del Ministerio Público, por lo que el ahora fallecido comenzó a temer por su vida ante las múltiples amenazas de sus vecinos.