La funcionaria reconoce que recibió regalos por parte de una de las empresas adjudicatarias
La acusada, que sigue trabajando en la consejería de Fomento, ha enmarcado estos regalos en una "costumbre del periodo navideño", y justifica que no los devolvió "porque parece de mal gusto"
Imagen de la variante de Guardo / Cadena SER
Valladolid
"Recibí un jamón y dos botellas de vino en dos ocasiones". Esto es lo que ha reconocido la funcionaria de la Consejería de Fomento de la Junta, acusada de amañar la adjudicación de la obra de la variante de Guardo en la que se adjudicó un contrato de 400.00 euros a una UTE formada por dos empresas. Aunque ha afirmado rotundamente que estos regalos no se pueden relacionar con un supuesto trato de favor en la adjudicación.
En cualquier caso, la procesada insiste en que el hecho de recibir los 2 jamones y las 4 botellas de vino responde a "una costumbre del periodo navideño, que entonces se hacía y que puramente no puede parecer adecuado", aunque noo cree que sea un delito. De hecho, ha justificado que no devolvió los regalos "porque le pareció de mal gusto"
En la primera jornada del juicio han declarado además de esta funcionaria, su jefe y los dos administradores de las empresas adjudicatarias de la obra de la variante de Guardo.
La acusada, que aún sigue trabajando en la consejería de Fomento, ha negado tener amistad con los empresarios y tampoco haberles facilitado ninguna de las condiciones y pliegos de la obra, ni información reservada alguna.
La Policía la detuvo en la propia consejería después de recibir un anónimo
Hay que recordar que los hechos se remontan al año 2012, cuando la Policía irrumpió en la consejería de Fomento en ese momento dirigida por Antonio Silván y detuvo a la funcionaria implicada, tras recibir un anónimo en el que se especificaba quien iba a ser la empresa adjudicataria sin que hubiese tenido lugar el concurso público, y cumpliéndose tal y como anticipaba el chivatazo. De hecho, el jefe de la funcionaria, ya jubilado, ha relatado que quién remitió el anónimo tuvo "suerte" ya que su acertó en su predicción, "aunque no era muy difícil porque la empresa adjudicataria era la indicada". La Policía se creyó la versión de la denuncia anónima y detuvo a la funcionaria, chivatazo que el jefe de área cree dio alguien de dentro de la consejería o alguien relacionado con la institución.
La Fiscalía pide para la funcionaria 1 año y 8 meses de prisión, una multa económica; y 10 años de inhabilitación para ocupar un cargo público; y para los empresarios pide también prisión y multa de más de 1 millón de euros.
