Los vecinos del Salón elevan sus quejas al Alcalde y al Procurador del Común

Palencia

Los vecinos del Parque del Salón y zonas colindantes con dicho parque de Palencia, se reúnen esta semana con el Alcalde de Palencia y con el Procurador del Común para abogar por el buen uso de los espacios públicos. Denuncian el "uso y abuso" que se hace del parque palentino con "concentración de eventos y negocios de hostelería que afectan a la vida privada de los vecinos". Han difundido un comunicado que se expresa en los términos que a continuación reproducimos de forma resumida.

Según una directiva europea de 2002, las ciudades deben elaborar mapas de ruido de sus espacios públicos y establecer planes de intervención allí donde se superan los niveles admisibles. Estas pautas, creemos, pasan por compatibilizar los usos del espacio público con la vida de sus vecinos. Un sector de la ciudad sin vecinos puede acabar convirtiéndose en un parque temático sin identidad. Sin algunas de las actividades que actualmente acoge el Parque del Salón, la zona sería también un espacio menos atractivo. Es de justicia hacer compatible el ocio y el descanso

La problemática, sin embargo, trasciende a las molestias que soportan de forma cotidiana y recurrente los vecinos del Parque del Salón. ¿Qué usos desean los ciudadanos de Palencia para sus espacios públicos? ¿Se distribuyen de forma equitativa y racional entre todos los barrios y zonas de la ciudad las propuestas culturales, deportivas o de ocio que programa o apoya el Ayuntamiento? La respuesta es no. El Parque del Salón concentró durante 2017 diversas actividades de ocio a lo largo de 97 días, cifras que aumentaron aún más en el caso de los fines de semana, con la celebración de distintos actos hasta en un 56% de los festivos. Estas cifras revelan, de fondo, una determinada política que pasa por ocupar, de forma desmedida y a veces arbitraria, determinados espacios públicos en detrimento de otros. Los efectos, en consecuencia, son también perniciosos para ciertos barrios y zonas de la ciudad que se ven privados injustamente —y lo son por decisiones del Ayuntamiento—de esas propuestas de ocio o cultura.

Los desequilibrios entre los barrios y el centro, a nadie se le escapa, son pronunciados. Cabe preguntarse por qué no se reparte la programación cultural y festiva municipal de forma más equitativa, por qué los bares y otros negocios de restauración de otras zonas de la ciudad no pueden beneficiarse también del impacto económico que genera el desarrollo de esas actividades financiadas con fondos públicos y con nuestros impuestos. La apuesta del Consistorio por el Parque del Salón confirma una mirada cortoplazista, una mirada que olvida el importante activo social que constituyen los barrios y otras zonas de la ciudad. La forma de actuar del Consistorio es poco sostenible para el Parque pero, además, es tremendamente insolidaria con los habitantes de otros barrios y zonas de Palencia y sus negocios.